Las redes sociales se han convertido, en los últimos años, no sólo en una gran herramienta de comunicación y de expresión de la opinión, sino también en un lugar donde los políticos españoles aprovechan para lanzar sus discursos sin ser interrumpidos.
Políticos que también usan las redes, principalmente Twitter, para atacar a los representantes de otras formaciones, así como a medios de comunicación o personajes públicos que no compartan su ideología.
Gabriel Rufián se ha convertido en una estrella dentro de las redes sociales, ya que frecuentes son sus críticas hacia el Partido Popular y Vox... así como que frecuentes son también sus 'meteduras de pata' en dicha red social.
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Algo que ha vuelto a suceder este fin de semana, cuando el republicano independentista decidía cargar contra la gestión de la pandemia del coronavirus de Isabel Díaz Ayuso, acusándola de cerrar centros sanitarios en plena vacunación, para luego llegar a acuerdos con empresas privadas.
"La pregunta no es por qué en Madrid se cierran ambulatorios y se vacuna en el Corte Inglés, la pregunta es por qué quienes lo hacen ganan elecciones haciéndolo" ha criticado el republicano, que ha aprovechado también para 'resolver' su pregunta: "Una de las respuestas a eso quizá esté en que llevamos dos días hablando de Toni Cantó mientras pasa eso".
Las redes sociales contestan a Rufián
Si lo positivo de las redes sociales, a nivel político, es que pueden expresar libre y abiertamente sus opiniones fuera de las Cortes Generales, lo 'malo' es que pueden encontrarse con la respuesta directa de miles de usuarios.
"Cuéntame más Rufi, Cuéntame más" le ha contestado una usuaria, a la vez que le ha recordado que el proceso independentista en Cataluña provocó, e intentó ocultar, uno de los mayores recortes sanitarios de la autonomía durante el procés secesionista.
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"La sanidad catalana perdió 2.400 profesionales y más de 1.100 camas" recuerda la información compartida por la usuaria anónima, convirtiendo la información, que no la propaganda, en un auténtico 'zasca' a Rufián, demostrando que la gestión de ERC, así como la de JxCat, no sólo no consigue la independencia, sino que sólo empobrece y debilita el sistema público catalán.