Espejo Público ha vivido el directo más tenso que se recuerda durante el tratamiento de la aprobación de la nueva ley de consentimiento, la conocida como 'ley del solo sí es sí'. Esta nueva reforma legal ha provocado más de un enfrentamiento entre diversos miembros de la clase política, y el debate se ha extendido a todos lados.
Uno de estos lugares ha sido el plató del programa presentado por Susanna Griso. El colaborador Rubén Amón, ante el tratamiento de las noticias relacionadas con esta ley, no ha podido más y ha desencadenado un monólogo que ha enmudecido a muchas personas, precisamente por tratar puntos clave respecto de la nueva norma que nadie más había visto anteriormente.
El periodista ha condenado que la nueva ley pueda llevar a nuestro país al "extremo disparatado neopuritano de la prohibición" haciendo referencia al cine pornográfico. Esta categoría de producción audiovisual ha sido uno de los puntos centrales del encendido discurso de Amón, que ha hecho un símil realmente sencillo: Amón ha señalado que 'Eyes Wide Shut', la última película de Stanley Kubric, no habría podido rodarse en España con la aplicación de esta ley "porque salen escenas de índole sexual pero es que la ley socialista ni siquiera habla de explícitas".
El enfado de Amón está más que justificado. Con un proyecto legal difuso y todavía en pañales, solo se habla del consentimiento a la hora de mantener relaciones sexuales. Sin embargo, esta nueva norma está pensada para ir más allá, lo que para Rubén Amón significa una transgresión directa del libre albedrío humano: "Estamos condescendiendo con la contestación elemental de las libertades".
La pornografía podría ser otro de los asuntos espinosos con la 'ley del solo sí es sí'. Para el colaborador de Espejo Público, esta medida es "castrante" y atenta de lleno contra la libertad de los españoles. "Si prohíben el porno yo me voy de España, estoy a punto de irme si gana Vox también. No lo haría como consumidor, sino por la gravedad de la situación". Tal es el estado de las cosas que el propio Amón ha amenazado con irse de nuestro país.
"Aquí lo que se discute es si somos capaces como sociedad de diferenciar la ficción de la realidad. Como no tengamos claro ese umbral tampoco lo vamos a tener cuando veamos un 'western' y el peor mecanismo para corregirlo es la represión". El alegato final de Amón respecto de este curioso debate es una cátedra en toda regla, que debe dar para pensar en el equilibrio entre la norma legal y la libertad propia de las personas que viven en una democracia plena.