El líder de Vox ha esperado durante una hora “en una sauna” preparada por la “comisaria política” Rosa María Mateo antes de ser entrevistado en La1 de TVE.
Según fuentes de Vox, han hecho esperar a Abascal en una habitación con la calefacción a 30 grados.
Tras la entrevista, el presidente de Vox ha escrito el siguiente mensaje en en Twitter: “Y por cierto, muchas gracias a la comisaria política Rosa María Mateo por la amable sauna de espera. Estaré encantado de que la comparta conmigo la próxima vez, si no tiene propensión al desmayo”.
La entrevista
El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha insistido este jueves en sus críticas al Gobierno "ilegítimo" de Pedro Sánchez y ha lamentado que España se encuentre en manos de un Ejecutivo en el que "la sartén por el mango" la tienen "Venezuela y el separatismo catalán".
En una entrevista en TVE, recogida por DonDiario, Abascal ha rechazado que calificar al Gobierno de "ilegítimo" pueda ser peligroso democráticamente y ha sostenido que "lo peligroso es saber quién manda" en el Consejo de Ministros.
Venezuela
El líder de Vox ha apuntado por un lado a Venezuela por disponer de información sobre la financiación de Podemos que "si filtra colocaría al Gobierno en una situación muy comprometida".
A su juicio, la primera prueba de esta dependencia la demostró Pedro Sánchez este miércoles en el Congreso rebajando a Guaidó a "líder de la oposición".
Según ha reconocido, Vox no dispone de esos documentos sobre la financiación de Podemos y por eso pide que se investigue, aunque ha insistido en que "parece que se han producido pagos" a personalidades de la judicatura o la política.
Entre ellos ha citado al exmagistrado Baltasar Garzón; al vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias; al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero o al fundador de Podemos Juan Carlos Monedero.
Los separatistas catalanes
La otra pata de la que depende el Gobierno, a su juicio, son los separatistas catalanes, quienes cree que salieron beneficiados del resultado de la sentencia del 'procés' gracias a "la presión" tanto "callejera" como del Gobierno a la que fueron sometidos los magistrados del Tribunal Supremo.
Abascal ha insistido en que había un amplio consenso, incluido el Rey, en que se había producido un delito de rebelión en Cataluña.
Y esto cambió cuando Sánchez llegó a La Moncloa, "cambió a la Abogacía del Estado y "el Tribunal Supremo para ofrecer unanimidad rebajó las condenas" y las dejó en "una mera alteración del orden público en Cataluña".