Rocío Carrasco dejó claro en el último episodio de la docuserie que ha protagonizado en Telecinco, emitido este miércoles, que su hija mintió con sus lágrimas en Supervivientes con el objetivo de ganar el reality o, como mínimo, llegar lo más lejos posible. Rocío Flores utilizó la relación con su madre para victimizarse y lograr el cariño de la audiencia por recomendación de su padre.
"Antes de eso tuvo ocho años para felicitarme un cumpleaños y nunca lo hizo. Si hubiese querido hacerlo en privado lo hubiera hecho, nunca lo hizo. Eso no es verdad", alegó Rocío Carrasco.
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"De eso que ella dice que siente ahí, ¿se ha dado cuenta en Honduras después de ocho años? No tiene sentido ninguno y no hay un ápice de verdad en lo que dice. Una persona que siente eso, que siente ese llanto de verdad y siente esa necesidad que ella quiere mostrar, falsa, pero la quiere mostrar como verdadera, en el momento en que Jorge le dice '¿qué le dirías a tu madre?'... yo sé lo que le diría a la mía y no sería eso", espetó Rociíto.
Para Rocío Carrasco, todo fue un montaje: "No tengo nada que decirle públicamente, pero yo quiero que la gente entienda que no tengo nada que decirle porque eso que están viendo no es real. Eso no es cierto. Detrás de eso hay unos intereses creados, y esa imagen no es veraz. No es así, muy a mi pesar. Detrás de eso hay una motivación, un por qué. Al final quedó tercera. Iba con la instrucción de hacer lo que hizo, sabiendo perfectamente que yo públicamente no iba a hacer absolutamente nada", explicó.
Antonio David preparó el concurso de Rocío Flores en Supervivientes
A su modo de ver, Antonio David estuvo detrás de cada una de sus lágrimas: "Todo se dice por algo, y siempre con un beneficio económico aparte del beneficio que a él le supone destruirme. Fue a Supervivientes con un guión supervisado y organizado por su padre, total y absolutamente. Conozco a mi hija, sé a quién no reconozco, sé quién es la persona que hoy por hoy no reconozco y no es la que ha salido ahí", aseguró la madre de Rocío Flores.
Continuando con su discurso, alegó que su hija, sabiendo que se había intentado suicidar, no se preocupó por ella hasta que llegó a Honduras: "Siendo hija, yo me he preocupado de mi madre cuando ha estado enferma porque es mi madre. Los hijos también se tienen que preocupar por los padres, que somos los que damos vida. Los que protegemos, los que educamos. Ella no se ha preocupado por muchísimo tiempo, ¿y se va a Honduras y me felicita el cumpleaños?", se pregunta Rociíto.
"Ella sabía lo que tenía que decir, cómo lo tenía que decir y cómo tenía que hacer para obtener lo que obtuvo: la imagen de niña maravillosa, buenísima, desamparada... Pero quiero dejar bien claro que ella antes de ser así ha sido víctima de este ser, no la estoy culpabilizando de ser como es, ni de actuar como actúa, culpabilizo a ese desecho que está ahí", finalizó, culpando de todo a Antonio David.
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Un relato con el que volvió a dejar claro que no reconoce a su hija, que ve en ella la semilla de Antonio David, y que por este motivo prefiere mantenerse alejada.