Rocío Carrasco lo deja claro: Rocío Flores no se arrepiente y no habrá reconciliación

Rocío Carrasco lo deja claro: Rocío Flores no se arrepiente y no habrá reconciliación
Rocío Carrasco lo deja claro: Rocío Flores no se arrepiente y no habrá reconciliación

Rocío Carrasco tiene claro que su hija todavía no ha comprendido el alcance de la agresión a su madre y advierte: mientras siga 'abducida' por Antonio David, no habrá reconciliación

 

Rocío Carrasco fue un poquito más allá en su testimonio sobre la relación con su hija Rocío Flores en el capítulo 9 de la serie documental 'Contar la verdad para seguir viva', en el que se empiezan a entender muchas más cosas sobre la situación que hay entre la hija de Rocío Jurado y los dos hijos fruto de su matrimonio con Antonio David Flores.

La protagonista explicó con claridad cómo su hija fue cómplice de su padre para intentar meterla en la cárcel y confesó que, en su opinión, no está arrepentida: "¿Que su hija no se siente culpable? Es su problema. ¿Que la niña no tenga nada de qué arrepentirse? El culpable es ese que está ahí sentado, su padre. De lo que le ha implementado, de lo que la ha mutilado. Es una muestra más del daño que es capaz de infligir en los demás. Tristemente, creo que no se arrepiente de nada", espetó Rocío Carrasco.

"A mí no me duele tanto la paliza como el hecho de que ella me quisiera meter en la cárcel. El saber que una hija mía, que ha estado nueve meses aquí dentro, que la he parido, sea capaz de eso, por algo que no ha hecho. Eso es lo que todavía me mata por dentro. Se tendrá que perdonar ella, el día que se dé cuenta. Creo que a día de hoy mi hija no se ha dado cuenta de lo que hizo", explica la hija de la más grande.

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En este sentido, confiesa que la joven no tiene nada de ella: "La niña a mi casa no podía volver, yo tenía pánico. Porque era alguien a quien yo no conocía. Alguien a quien había parido, pero que no tenía un ápice mío en su cuerpo. Yo hubiera sido incapaz de hacer eso con mi madre ni con nadie. Muy a mi pesar, mi hija no tiene nada mío", afirmó.

 

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A pesar de la gravedad de la agresión, Rocío Carrasco recuerda que en ningún momento se le pasó por la cabeza denunciar a su propia hija: "Cuando me dicen que declare, que me defienda, yo digo que no quiero declarar en sede policial porque si lo hago estoy denunciando yo a mi hija, y eso no lo he hecho nunca", explica.

Solo declaró cuando no tuvo más remedio, ya que podía acabar entre rejas y ver cumplido el deseo de su ex, Antonio David: "Declaro y narro ante la jueza todo lo que ocurre. Porque no tengo más remedio, porque se había pedido pena de prisión para mí. Contesto a todas las preguntas, de la jueza, la fiscal, y de los abogados. Cuando termino mi declaración, la fiscal le dice a la jueza que de oficio informe al Juzgado de Menores y que se investigue a la niña por un delito de malos tratos, de ella hacia mí. No quería que mi hija tuviera que pasar por esa situación, pero no quedaba más remedio. Ahí, o cuentas la verdad o te enfrentas a un juicio que conlleva pena de prisión", manifestó.

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Finalmente, Rocío Carrasco aclaró que mientras Antonio David siga en la vida de su hija no hay posible reconciliación: "Mi hija no tiene una orden de alejamiento de mí. Lo que sí es cierto es que a mí se me prescribe que no tenga contacto, que desconecte de todo lo que tuviera que ver con ella. Aún así, no hago caso. No tengo contacto, pero sí lo sigo teniendo y sigo llamando por teléfono a las personas del equipo de menores en aquel año tras la condena. Muy a mi pesar, no puedo mantener ningún tipo de relación con una persona que tiene a la otra al lado, y que ha intentado meterme en la cárcel".

"La relación maternofilial se podrá recomponer cuando esa persona no esté en la vida de mi hija ni en la mía. ¡Cómo no voy a querer a mi hija! ¿Por qué llevo entonces 20 años sin hablar y sin decir nada? ¿Por gusto? ¿Porque me gusta malvivir y quitarme de en medio? Lo he hecho por mi enano y por ella", finalizó Rociíto, un relato que hace encajar muchas piezas del puzzle.