El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont quiere ganar las próximas elecciones autonómicas catalanas, que se celebrarán a lo largo de este 2020 (en principio el 27 de septiembre o el 4 de octubre).
Para conseguirlo, Puigdemont quiere crear un nuevo partido político que agrupe a todos los posconvergentes pero todo apunta a que no conseguirá su objetivo ya que el PDeCat se niega. (La Fiscalía pide tres años de cárcel para los gorilas de Puigdemont)
El PDeCat, partido heredero de Convergència Democràtica y liderado por David Bonvehí, ha plantado cara a Puigdemont ya que no quieren disolverse para ponerse a las órdenes de Puigdemont.
Bonvehí y muchos de los alcaldes, la mayoría de pequeñas ciudades, rechazan que Puigdemont asuma todo el poder aunque seguirán negociando por la presión que ejerce un sector del partido que si quiere aliarse con el expresidente catalán.
El espacio neocorvengente está esparcido en mil pedazos tras la disolución de Convergència y Puigdemont está intentando volver a encajar todas las piezas a contrarreloj.
El triángulo lo conforman el PDeCAT; la Crida y Junts per Catalunya, la marca electoral impulsada por Puigdemont para las elecciones de diciembre de 2017. (Revés para Puigdemont: ¡¡Dinero tirado en Perpiñán!!)
Los apoyos de Bonheví
Bonheví, que se opone a la fusión que propone Puigdemont, cuenta con cientos de apoyos dentro de su partido político, según un texto publicado por los dirigentes que confían en él.
Según el citado documento, 130 alcaldes de la formación y 60 candidatos están muy satisfechos con la gestión de Bonheví y su forma de llevar a formación política.