El Real Madrid y el Atlético han estado muchos años sin hacer ninguna negociación. Los pocos jugadores que recientemente han cambiado un club por el otro ha sido a base de cláusulas de rescisión, concretamente fue el caso de Theo Hernández. Sin embargo, Florentino Pérez y Enrique Cerezo pueden cambiar la historia.
Las dos entidades madrileñas tienen un negocio entre manos que muy pocos se podrían haber imaginado. Concretamente, puede darse un trueque entre ambos clubes que llevaría a un canterano merengue al Wanda Metropolitano y a un futbolista del Atleti rumbo al Santiago Bernabéu: Marcos Llorente y Rodri.
El Real Madrid se plantea pagar la cláusula de Rodri
Desde Concha Espina se plantean la posibilidad desde hace unas semanas de pagar la cláusula de Rodri, el ex centrocampista del Villarreal que no acaba de encajar con Simeone y al que se rifa media Europa. Por su parte, los rojiblancos sueñan con Marcos Llorente como alternativa al futbolista madrileño de 22 años. Este hecho puede llevar a una negociación paralela, pero ni mucho menos vinculante. (El Real Madrid le pide paciencia a un objetivo de 70 millones de euros).
Es decir, si el Atlético quiere tener acceso a un jugador como Marcos Llorente, se verá obligado a rebajar el precio de Rodri para el Real Madrid. Dar y recibir. Una operación compleja que para tener éxito solo puede derivar en un doble traspaso, un trueque, aunque por diferentes cantidades de dinero. Seguramente el Madrid tendría que pagar más por Rodri que el Atleti por Marcos Llorente.
Todo ello porque Zidane quiere darle mayor empaque a su centro del campo y no cuenta con Marcos Llorente. Rodri, en cambio, es un futbolista que gusta al técnico francés y que encajaría en su centro del campo. Además, gusta el hecho de que sea español y madrileño, aunque se formara en las categorías inferiores del Atlético. (La revelación de Inda sobre Pogba que vuelve a poner al francés muy cerca del Real Madrid).
Rodri, el heredero de Sergio Busquets
Rodri es considerado por muchos como el heredero natural de Sergio Busquets en el centro del campo de la Selección Española. El jugador rojiblanco puede actuar tanto como pivote defensivo único como en un doble pivote, tiene toque de balón, visión de juego, fiabilidad defensiva gracias a su físico (mide 1’93) y aporta un equilibrio como pocos centrocampistas en el panorama nacional.