Raphael Varane habló sobre su futuro en Le Parisien y lejos de apagar todas las alarmas, las avivó. El central francés del Real Madrid no quiso hablar sobre su futuro en la entrevista y deslizó su posible marcha del equipo blanco en verano.
Varane se ha calzado una temporada para olvidar en Chamartín. Los peores números de los madridistas han quedado patentes con la peor versión del galo. Lejos de mostrar el nivel que exhibió en el Mundial, Raphael se ha arrastrado por los terrenos de juego. (Lo que se esconde detrás del enfado de Varane con el Real Madrid)
“No tengo ganas de hablar de mi futuro”
“¿Ha reflexionado sobre su futuro?”, le preguntaron directamente en Clarefontaine. Varane fue tajante: "No tengo ganas de hablar de mi futuro. No tengo la costumbre de hablar públicamente sobre mi futuro", sentenció en sus declaraciones.
Sobre Zidane
Varane sí que habló sobre el nuevo entrenador del Real Madrid, Zinedine Zidane: "Nueve meses son muy poco. Es como si se hubiera ido ayer. Le aprecio como persona y como técnico. Ha sido alguien muy importante para mí. Es curioso pero había las mismas dudas por él antes de su estreno como entrenador en enero de 2016 que conmigo antes del Mundial. En cuanto a su capacidad de liderazgo, su discreción en el vestuario. Ha conseguido callar a los críticos y ha demostrado su capacidad para dirigir al club más grande del mundo".
“Mbappé tiene algo especial”
Le preguntaron también sobre su compatriota Kylian Mbappé y fue muy sincero en sus elogios: "Tiene algo especial. Cuando coge el balón el público se levanta y le piden que llegue hasta la portería. Eso refleja mucho lo que es capaz de hacer. He conocido algunos extraterrestres en mi carrera, pero es la primera vez que me encuentro uno con tanto talento tan joven. Me impresiona su inteligencia, su madurez y su talento monstruoso", argumentó.
“No soy de ladrar y pegar golpes y me va bien así”
"No soy de ladrar mucho, pero intento transmitir serenidad y motivación a mis compañeros. No sería yo si me pusiera a gritar y a dar golpes contra la pared. Algunos hacen mucho ruido para nada. Pero cuando tomo la palabra, se me escucha. Y me va muy bien así. Es algo que he aprendido de Zidane. He visto su manera de ser. Transmite un enorme respeto en un vestuario como el del Madrid sin gritar", finalizó.