La cantante italiana Raffaella Carrà murió este lunes a los 78 años al no poder superar una larga y grave enfermedad que quiso llevar en absoluto silencio, sin contársela a sus fans.
Fue Sergio Lapino, la pareja de Raffaella, el encargado de comunicar su fallecimiento de forma pública: "Raffaella nos ha dejado. Se ha ido a un mundo mejor, donde su humanidad, su inconfundible risa y su extraordinario talento brillarán para siempre".
Sergio Lapino añadió que la cantante había fallecido por "una larga y devastadora enfermedad". "Raffaella había pedido un simple ataúd de madera al natural y una urna para contener sus cenizas".
Gianluca Semprini, presentador de ‘La Vita en Diretta’, comentó que la cantante italiana Rafaella Carrà "había sido afectada por esta enfermedad que le había atravesado el cuerpo".
Unas horas después, los medios de comunicación italianos desvelaron que la grave enfermedad contra la que luchó la cantante fue el cáncer de pulmón, que también se llevó a su madre y a su hermano.
Los fans de Raffaella Carrà desconocían todo lo relacionado a esta enfermedad porque la propia cantante les quiso "proteger" y evitarles "la perturbación de su sufrimiento".
El tabaco y la genética se llevaron a Raffaella Carrà antes de tiempo
Giacomo Mangiaracina, cirujano y profesor de salud pública de la Universidad de La Sapienza, ha explicado que el tabaco y la genética son los 'culpables' de la muerte prematura de Raffaella Carrà.
"El tabaco se llevó a Raffaella 10 años antes. La madre de Raffaella Carrà falleció de cáncer de pulmón, por lo que es sobre todo una cuestión genética. Y luego, si una persona fuma, el destino es casi inevitable", ha contado.
"El 90% de cánceres de pulmón ocurren entre fumadores. Si existe una base genética, está claro que todos los patrones de estilo de vida afectan a esa base genética", ha señalado.