Parece que Quim Torra está empezando a recibir los frutos de lo que siembra, día a día, en sus discursos.
La última respuesta que ha obtenido ha sido la de Manuel Valls, concejal de Barcelona, que se ha negado a dar la mano al presidente de la Generalitat durante la recepción del pleno de investidura de Barcelona este pasado sábado 15 de junio.
El edil, que ha sido recibido con abucheos e insultos en la plaza Sant Jaume de Barcelona, explicaba posteriormente su decisión "poco protocolaria".
Y lo hacía a través de las redes sociales, que actualmente se están convirtiendo en el mejor vehículo de comunicación con los representantes políticos.
"No le he dado la mano a Torra en el Palau porque su discurso en el Parlament hablando de mí como una casta fue un escándalo" - ha afirmado el exministro francés.
Quim Torra ha mantenido su discurso indepe
Durante la recepción en el Palau de la Generalitat, la autoridad catalana ha vuelto a pedir el apoyo a los concejales del Ayuntamiento de Barcelona para "defender los derechos y libertades, incluido el derecho de autodeterminación". (El independentismo quiere llevar el conflicto catalán a Europa sea como sea)
Quim Torra se ha mostrado de acuerdo con la reelegida alcaldesa Ada Colau, lamentando ambos que Joaquim Forn, concejal electo en Barcelona, tuviese que volver a la cárcel tras el acto.