El subconsciente traicionó a Quim Torra. El presidente de la Generalitat, el mismo que llamó “bestias taradas” a los españoles, admitió que él es una más de ellas.
Fue el pasado jueves, tal y como destaca con buen tino Xavier Rius en el diario e-notícies. El dirigente catalán expresó en rueda de prensa que los catalanes también son españoles.
Hablando con los medios internacionales sobre el confinamiento y sobre las medidas que ha tomado España, que ha tomado Cataluña y los diferentes puntos de vista de los gobiernos nacional y autonómico, Torra tuvo un lapsus demoledor.
Torra manifestó que cuando pidió a Pedro Sánchez el confinamiento total de los catalanes lo hizo también para proteger “al resto de los españoles”. Blanco y en botella.
Las palabras de Quim Torra
“Cuando pedimos el cierre de Cataluña no era porque nosotros pensáramos de una forma egoísta que nos iría mejor. No, no. Nosotros confinándonos creíamos que así protegíamos también al resto de los españoles”, manifestó.
El subconsciente le traicionó y acabó admitiendo lo que es una realidad que muchos no quieren entender: que la república de Cataluña no existe, que Cataluña es España y que todos los catalanes, les guste o no, son españoles.
En su afán por intentar hacer ver que las medidas propuestas por Cataluña son las que debe seguir España (y no al revés), Torra ha vuelto a hacer uno de sus ridículos más estrepitosos.
Las verdades duelen
El independentismo está intentando hacer ver que fuera de España la gestión de la crisis del coronavirus habría sido mejor, pero no hay nada más lejos de la realidad. (Sánchez y Torra se echan la mierda encima mutuamente y España sigue sin saber los datos reales de la pandemia).
Lo cierto es que Cataluña fuera de España sería el segundo país más castigado por la enfermedad, solo por detrás de San Marino. Querrán culpar a España de esto, pero no es cierto. La responsabilidad, en todo caso, es compartida con el Gobierno central.
Sea como sea, saber que Torra se considera español llama poderosamente la atención. Parece ser que todo aquello de la república, el procés y el separatismo no es más que palabrería barata que ni él mismo es capaz de creerse.