¡¡Quim Torra, al carrer!!

El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña condena a Quim Torra a año y medio de inhabilitación por desobediencia.

20 de Diciembre de 2019
¡¡Quim Torra, al carrer!!
¡¡Quim Torra, al carrer!!

El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ha rebajado el clima de euforia que se vivía esta mañana entre el independentismo catalán por la sentencia del Tribunal de Jusiticia Europeo sobre Oriol Junqueras aplicando un severo mazazo a quienes quieren romper España confirmando la inhabilitación, que era cantada, de Quim Torra por desobediencia.

El TSJC ha condenado al presidente de la Generalitat a un año y medio de inhabilitación por un delito de desobediencia al mantener la pancarta por la libertad de los presos y el lazo amarillo pese a la orden de la Junta Electoral Central (JEC).

Torra se ganó a pulso en el juicio la inhabilitación

Torra fue juzgado el 18 de noviembre por tres magistrados del TSJC por un delito de desobediencia a la orden de la JEC, que dictó que debía retirar los símbolos en periodo electoral para mantener la neutralidad.

En el juicio, Torra, que pasará a la historia por el dudoso honor de ser un presidente catalán juzgado en ejercicio, reconoció: "Sí, la desobedecí, pero es que era imposible cumplir una orden ilegal, todos los miembros de esta sala lo saben que ésta era una orden ilegal dictada por un órgano que no tenía competencia para hacerlo".

No se podían hacer más méritos para ganarse a pulso la inhabilitación. Torra la pidió a gritos ante el juez en su declaración no exenta de chulería. Es decir, Torra se ganó a pulso la inhabilitación. Desde su entorno hay quien admite que Torra buscó la inhabilitación como su salida más airosa del mundo de la política. Torra ya está amortizado y desaparecerá del primer plano de la escena política. Aunque no será de forma inmediata.

Puede recurrir al Supremo y alargar su agonía año y medio más

Torra quemará todos sus cartuchos legales para intentar agotar su legislatura. Para ello, recurrirá ante el Tribunal Supremo sabiendo que el fallo se demorará como mínimo un año y medio para convertirse en sentencia firma. Para entonces ya habrá podido convocar elecciones, aunque no podrá concurrir a ellas de acuerdo con el artículo 6 de la Ley Electoral, que estipula que no son elegibles en las urnas los condenados a penas de inhabilitación por delitos contra instituciones del Estado aunque la sentencia no sea firme.

De cualquier forma, será Carles Puigdemont quien decida la identidad del candidato a la presidencia de la Generalitat representando a JxCat. Puigdemont, además, intentará en las próximas horas aprovecharse de la sentencia de TUE para ejercer como eurodiputado, algo que de confirmarse, cambiará por completo el escenaro político catalán. 

Negociará la investidura con Pedro Sánchez

Lo que sí podrá hacer Torra, mientras recurre al Supremo y espera su sentencia, es negociar con Pedro Sánchez su investidura y las relaciones del gobierno central como el de la Generalitat, lo que significaría que, de forma insólita, el presidente del gobierno español debería negociar con un interlocutor condenado por la justicia.

No deja de ser sorprendente que Sánchez deba consensuar una solución para Cataluña con alguien a quien la Justicia ha inhabilitado para ejercer sus funciones.

La decisión del TSJC se produce en la misma semana que la principal candidata a suceder a Torra, Laura Borràs, ha sido imputada por un escándalo de corrupción en la concesión de dinero público desde un cargo institucional. Semana negra para JxCat, mientras en ERC celebran la sentencia europea sobre Junqueras.