Manuela Carmena ha sido invitada a la comisión de estudios sobre derechos civiles, organizada por Ernest Maragall, diputado de ERC, en el Parlament.
Lejos de apoyar la cuestión secesionista, la jurista y exalcaldesa de Madrid no sólo ha defendido las garantías del juicio del procés, sino que ha criticado las declaraciones del grupo de trabajo de la ONU y afirmado que la celebración del 1-O es "un error impresionante" de los líderes catalanes.
Ante este varapalo de Carmena, Maragall ha intentado devolverle la importancia al secesionismo, lamentando que "el Estado juegue con tener el monopolio de decidir qué es o no ilegal".
La exalcaldesa ha replicado al republicano que la Constitución no es un texto libre a "interpretaciones", cerrando así la sesión.
Otra respuesta más para Maragall
Albert Soler no ha podido evitar comentar este asunto en su artículo 'Maragall, el jurista'.
Durante el texto, con el toque de humor e ironía que caracterizan al periodista, desmonta el pensamiento de Maragall sobre qué es o no ilegal. (La prueba evidente de que Torra ha sido el peor presidente posible para Cataluña)
"Tal vez en la Cataluña libre y soberana, sería lo que los lacistas llaman 'pueblo' quien, a base de quemar contenedores, dictaminaría si una persona es o no culpable de un delito"- se mofa el periodista.
Y afirma que, de ser así, la Justicia pasaría a ser individual. "Para evitar equivocaciones en un tema tan delicado, lo ideal sería que cada uno, de manera individual, considerara si lo que ha hecho es delictivo o no".
"Señor juez"- ejemplifica en su artículo Soler - "he violado a la vecina menor de edad, he atracado a un abuelo, he golpeado a mi señora, y ahora le estoy enseñando la cigarra a usted, pero yo lo considero todo legal. ¿Quién es el Estado para decidir qué es o no ilegal?"
También Soler tiene palabras positivas para Carmena, a la que valora las "sonadas bofetadas" que le dio a Maragall y los suyos, y afirma que la conversación entre ambos fue "como yo discutiendo de cocina con Joan Roca".