Quemó viva a una indigente en un cajero y ahora pide perdón

Quemó viva a una indigente en un cajero y ahora pide perdón
Quemó viva a una indigente en un cajero y ahora pide perdón

Sucedió hace quince años. Tres adolescentes pertenecientes a familias acomodadas de la zona alta de Barcelona prendieron fuego a una indigente que dormía en un cajero bancario de la ciudad condal acabando con su vida. Ricard Pinilla, uno de los autores del asesinato, pide ahora perdón.

El hecho impactó a la sociedad española en 2005. Una mendiga perdió la vida al ser rociada con líquido inflamable mientras dormía en el cubículo de un cajero automático para protegerse del frío. Tras adolescendentes con ganas de divertirse le prendieron fuego... para ver qué pasaba.

Y lo que pasó es que la mujer, que se llamaba Rosario, murió después de pasar dos angustiosos días entre la vida y la muerte, con horribles dolores. La autopsia reveló que no sólo murió calcinada, sino que fue golpeada con virulencia por los jóvenes.

Ricard Pinilla fue condenado a 17 años de cárcel ante el desespero de unos padres que no reconocían en aquel desalmado a su propio hijo. Y quince años después Ricard Pinilla se ha puesto ante la cámara del programa 'Viva la Vida' para pedir perdón.

"A ver quién es más machito"

Así ha explicado los hechos: "Todo empezó como una noche en la que íbamos a salir de fiesta, una noche que podría iniciar cualquier grupo de muchachos jóvenes o adolescentes y de alguna manera aquello fue degenerando de una forma bastante brutal (...) Empezamos por beber alcohol y luego por lo típico, a ver cuál era machito, a ver cuál tenía los cataplines de meterse con tal... considerábamos que este tipo de acciones eran de valentía"

Ahora se arrepiente, pero el mal ya está hecho. Pinilla pide perdón a la familia de la mujer asesinada: "Tengo el recuerdo, la memoria y la conciencia de que he sido yo, evidentemente, también el cargo de conciencia, pero el verlo de lejos me da una sensación muy extraña, de no ser esa persona realmente, no sabría definirlo, me cuesta muchísimo (...)".

Y ha añadido: "el perdón lo pido en general y a ellos muy concretamente, y no solo a su familia, también a amigos y personas allegadas (...) En mi mente lo imagino y pienso que no me van a perdonar, es obvio, es muy difícil (...) Yo considero que una vida no se puede pagar jamás, pero jamás es jamás, ni siquiera con mi propia vida y lo digo, quiero pedir el perdón más absoluto porque es que no es para menos".