¿Qué tiene que hacer el Real Madrid para que le piten un puñetero penalti?

Al Real Madrid le volvieron a tangar un claro penalti; agarrón de Marcone sobre Sergio Ramos

¿Qué tiene que hacer el Real Madrid para que le piten un puñetero penalti?
¿Qué tiene que hacer el Real Madrid para que le piten un puñetero penalti?

Otro día más en la oficina y ya van… Al Real Madrid le volvieron a tangar un penalti clarísimo, de esos decisivos, por la propia voluntad del árbitro. No era Hernández Hernández esta vez, era Figueroa Vázquez, pero sí que fue determinante para el devenir del encuentro.

El Elche, tras el penalti clarísimo de Marcone sobre Sergio Ramos, se ponía con el 0-1 en Valdebebas y asaltaba, de forma momentánea, el feudo de los madridistas. Era una nueva pena máxima que se iba al limbo y que contrastaba con el 7-0 que lleva el Real Madrid si contamos los penaltis recibidos y los pitados en los últimos partidos, desde que Koeman se quejó del que le pitaron en el Clásico.

Esa estadística es mucho más grave si escuchamos la charla que tuvo Sergio Ramos con Figueroa Vázquez. El capitán reaccionó a la polémica, por ese agarrón del brazo, de forma muy contundente, dejando a la vista que el colegiado se había vuelto a equivocar, de forma grave.

“Es penalti clarísimo. Míralo. Si no me parte el brazo de milagro. Míralo, Juan. Me voy a quedar aquí porque lo voy a tirar...", comentó Sergio Ramos, al levantarse, al ver que el árbitro atendía al pinganillo y tenía el juego parado.

El futuro de Martin Odegaard preocupa seriamente a la cúpula del Real Madrid

No quiso ir al VAR

Figueroa Vázquez no lo pitó porque no quiso ni verlo. Desde el VAR le indicaron que fuese a verlo, al ver la secuencia, pero el árbitro optó por hacer la jugada de pedirle al portero que sacase de portería y que se reanudase el juego.

Un hecho clamoroso que demuestra que a los jugadores del Real Madrid le deben pegar un tiro para que piten penalti. De lo contrario, no nos explicamos que a los de Zidane les sigan robando en jugadas claras, pese al nefasto partido, tal y como ocurrió en el derbi madrileño del Wanda Metropolitano.

El último tren para Eden Hazard: dos meses y medio para decidir su futuro