La vida privada y pública de los políticos de más alto nivel es uno de los aspectos que están continuamente siendo investigados por los medios de comunicación. Esto incluye algunas modificaciones que estas personas realizan en sus cuerpos, como operaciones o tatuajes. Una de las figuras políticas que tiene este tipo de retoques cosméticos es Fernando Grande-Marlaska, actual ministro del Interior, quien vio cómo la frase de uno de sus tatuajes, "Ni pena ni miedo", era usada en su contra por Cayetana Álvarez de Toledo durante el tiempo que esta estuvo como diputada por el PP en el Congreso de los Diputados.
Otra de las políticas que tiene tatuajes pertenece precisamente al Partido Popular: Cristina Cifuentes. La antigua presidenta de la Comunidad de Madrid jamás ha escondido las impresiones que tiene sobre su piel, siempre relacionándolas con eventos y personas con una significación enorme en su vida. Son muchas las preguntas que se agolpan cuando los tatuajes de Cristina Cifuentes afloraron por vez primera en los foros de debate de la opinión pública, por lo que la propia Cifuentes se vio obligada a intervenir para evitar males mayores.
El tatuaje situado en la parte inferior de su espalda, con motivos tribales que tan de moda se pusieron en la primera década de este siglo es uno de los más llamativos. En su muñeca derecha, Cifuentes luce un curioso sinograma que, traducido al castellano significa 'guardar' o 'proteger'. Sin duda, uno de los símbolos más enigmáticos y controvertidos de la expresidenta de la Comunidad de Madrid, que ha portado el símbolo chino "Bao" durante muchos años en su piel.
En los tobillos lleva un sol y una estrella. Ambos dibujos están directamente relacionados con su descendencia, y cada uno de ellos está asociado al nacimiento de uno de sus hijos. Sin embargo, no ha trascendido a qué retoño corresponde cada símbolo, lo que otorga más misterio todavía a estas curiosas impresiones. El tatuaje que completa la colección de Cristina Cifuentes es una rosa, cuyo significado todavía se desconoce y no ha sido revelado por la propia Cifuentes.
Con todo, esta es una de las facetas más desconocidas de Cristina Cifuentes, quien se retiró de la política para apartarse efectivamente de las acusaciones y polémicas que la involucraban en una supuesta trama en el sistema universitario español, además de su relación directa o indirecta en diversos casos de corrupción que el Partido Popular tenía y sigue teniendo abiertos en el sistema judicial nacional.