Las picaduras de mosquito se producen a causa de los mosquitos hembra que se alimentan de la sangre. Los mosquitos hembra tienen una pieza bucal diseñada para perforar la piel y para extraer la sangre. Los machos carecen de esta habilidad hematófaga, ya que no producen huevos y, por lo tanto, no tienen necesidad de procurarse proteínas de la sangre.
La razón por la que algunas personas son significativamente más atractivas que las demás para los mosquitos y otros insectos no está en que tengan la sangre más o menos dulce, como suele pensarse, sino en el olor corporal.
Está demostrado que los seres humanos poseemos en la piel diferentes concentraciones y variedades de bacterias productoras de distintas sustancias volátiles que embriagan a los insectos, como el dióxido de carbono y el ácido láctico.
A medida que el mosquito atacante se llena de sangre, inyecta saliva en tu piel. Las proteínas de la saliva desencadenan una reacción leve del sistema inmunitario que produce la picazón y la tumefacción características.
Parece ser que los mosquitos tienen en sus antenas receptores sensoriales capaces de detectar la presencia de estos gases.