El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sigue empeñado en convertir a Groenlandia en el estado número 51 del país y tiene sus motivos para quererlo en su poder.
Este inmenso territorio helado cuenta con importantes recursos naturales y su situación geográfica lo convierten en una apuesta de futuro frente los apetitos de China y Rusia en el Ártico. (El lado más desconocido de Trump, al descubierto en cinco curiosidades)
Donald Trump quiere abrir negociaciones con Dinamarca para hacerse con la isla pero desde el país europeo han dejado claro que Groenlandia no está en venta.
"Groenlandia no es danesa, es groenlandesa", ha respondido la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, que se reunirá próximamente con Donald Trump para decírselo en persona.
Estados Unidos compró en el pasado tres territorios: Alaska, Luisiana y Florida aunque solo el primero de ellos puede compararse. EEUU pagó 7,2 millones de dólares de aquella época a Rusia que ahora serían 117 millones de euros.
Comparando el tamaño de ambos territorios, la isla de Groenlandia le costaría al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, unos 175 millones de euros. (Donald Trump se enfrenta a lo que puede ser el principio de su fin)
"Un gran pago"
El presidente estadounidense, pensaba ofrecer a Dinamarca la posibilidad de asumir el subsidio anual de 600 millones de dólares que paga a Groenlandia, así como a efectuarle "un gran pago".
Este inmenso territorio se encuentra en primera línea de la fusión de los hielos árticos, una región que se recalienta al doble de velocidad que el resto del planeta.