Al margen de entrenador de fútbol y, en este caso, de ser el seleccionador español, Luis Enrique es persona, tiene una familia y está sufriendo. Nada le colmaba más en el plano profesional que ser el seleccionador de España. Pero ha tenido que renunciar al cargo porque lo primero es la familia.
Luis Enrique tiene un problema familiar. Un problema de salud. Ha pedido discrección, no quiere especulaciones. Pero lo cierto es que toda España se pregunta ¿qué le pasa a Luis Enrique? Ostentaba un cargo público, nada menos que el de responsable de la selección de todos los españoles, y sus ausencias en los tres últimos partidos de España dieron mucho que hablar.
Un problema de salud de una de sus hijas
En DD no queremos ahondar en el sufrimiento de Luis Enrique, que es total y absoluto. Las últimas semanas se ha volcado por completo en el asunto que atormenta a todo su clan familiar. Pero entendemos que nuestros lectores tienen derecho a saber lo que ocurre. Y lo que ocurre es que una de sus tres hijas tiene un grave problema de salud contra el que la familia está luchando denodadamente para que salga adelante mientras la rodean de cariño para que no se venga abajo.
El asunto fue el tema recurrente de conversación en la boda de Sergio Ramos. Era la pregunta que los invitados formulaban a los internacionales presentes en el enlace. Y ahí trascendió lo que estaba sucediendo.
También trascendió, como refleja Informalia, que Luis Enrique y su esposa han viajado mucho al continente americano en busca de las soluciones que pueden ofrecerles los mejores especialistas. Este es el motivo por el que Luis Enrique decidió finalmente renunciar a su puesto de seleccionador para ser honesto consigo mismo y consciente de que no podía ofrecer la dedicación que el cargo requiere.
Se entiende el drama familiar que está viviendo la familia. Luis Enrique se casó hace 22 años con la catalana Elena Cullel y han tenido tres hijos: el mayor, Pacho de 19 años, es un gran deportista como su padre, y se ha volcado con el surf; la mediana, Sira de 18 años, es una gran amazona; y la pequeña Xana sólo tiene ocho años.
Es una familia unida que lucha contra la adversidad sabiendo que cuenta con el cariño y la fuerza que le llega de toda España. Desde DD nos abonamos a los buenos deseos de que todo se solucione de la mejor manera para poder volver a ver pronto a Luis Enrique de nuevo en los banquillos, con la cara de felicidad a la que nos tiene acostumbrados.