Megan se enteró por Facebook que Miles, un bonito golden, estaba abandonado y no se dejaba coger por nadie. Cogió su coche y fue hacía un área rural y pequeña en California donde él vivía. Lo encontró muy pronto, pero cogerlo no era fácil.
Se podía acercar para darle comida, pero al más mínimo gesto para cogerlo, se iba corriendo. Lo volvió a localizar y siguió dándole comida, pero sus existencias de galletas se estaban agotando.
Decidió llamar a su amigo Danny, era rescatista y rápidamente acudió a su llamada. Lo localizaron cerca de una zona para perros que tenía una puerta. Lo atrajeron hacía allí y como no podía escapar, lo pudieron coger. Le pusieron una correa, no paraba de temblar.
Pudieron llevarlo al coche y lo llevaron a un refugio. Pronto confraternizó con otros perros. Le encontraron una casa de acogida y ahora es feliz, come bien, tiene su propia cama, pero sobre todo, recibe mucho cariño.