“A mí nadie me preguntó”. Es la respuesta más jeta de Artur Mas. La dio este viernes ante las preguntas de Lidia Heredia en una entrevista en TV3 sobre el procés catalán y sobre la consciencia que él tenía de que era imposible llevarlo a término con una independencia efectiva. El ex presidente de la Generalitat, además, le ha dado un palo de los gordos a sus ‘amigos’ de la CUP. ¡Para mear y no echar gota!
“Las elecciones del 27-S permitían sacar adelante el proceso, pero no culminarlo. No lo dije entonces porque nadie me preguntó”, aseguró con una sonrisa ‘profident’ el primer impulsor del golpe catalán. En aquellas elecciones, el independentismo obtuvo un 47% de apoyos, pero los dirigentes de Junts pel Sí celebraron los resultados como una gran victoria de su causa separatista.
Hostión de Mas a la CUP… ¿Con amigos así, quién quiere enemigos?
Por otro lado, Artur Mas también se despachó a gusto contra la CUP, a la que ha culpado de que él no desvelara la verdad en su momento: “Estaba más centrado en investidura de Mas sí o investidura de Mas no. Todo giraba en torno a aquello y no se hablaba de otra cosa”, ha espetado, criticando que la CUP impidiera al separatismo fijarse en el verdadero objetivo de obtener la independencia. Lo dicho. Si nos pinchan no nos sacan sangre después de ver semejante mamarrachada.
“Que si la CUP ha dicho que no, que si una parte de la CUP dice que sí. Que sí 1515 a 1515 en aquella famosa votación que hubo. Toda aquella parafernalia. Y no se pudo hablar seriamente de la hoja de ruta como se avanzaba”, expresó. “Lo que pasa es que no tuvimos ocasión en aquellos meses de la investidura de hacer una explicación tranquila”, justificó, alegando una segunda vez que nadie le preguntó.
Finalmente, ha terminado dando un último palo a la CUP: “Si por desobediencia entendemos lo que ha hecho la alcaldesa de Berga de la CUP, es una desobediencia de cartón-piedra, una desobediencia por parecer que quedas bien. Porque al final resulta que el alcalde de Berga es otro y quien está firmando los papeles es otro. ¿Esto es desobedecer?”, ha preguntado públicamente.
Ni sus palmeros se tragan las trolas de Mas
Hasta Lidia Heredia, periodista independentista, dudó del relato de Artur Mas: “No me lo creo”, le espetó sobre el hecho de que el ex presidente catalán no desvelara antes que no tenía ninguna esperanza real en que se alcanzara la independencia. Los trapos sucios del separatismo siguen saliendo a la luz, por más que algunos quieran taparlos como sea. Todo ha sido por ansias de dinero y de poder y no por un sentimiento catalanista real. Pobres de los ilusos que les han seguido el juego.