Carles Puigdemont vió las orejas al lobo a finales del año 2017, y decidió, junto a unos cuantos adeptos como Clara Ponsatí, fugarse de España y refugiarse en Waterloo, donde vive a cuerpo de rey con el cuento independentista.
Sin embargo, Josep Costa, diputado de JxCat y vicepresidente del Parlament, ha afirmado en una entrevista que miles de independentistas catalanes, incluidos los seguidores del fugado de Waterloo, estarian dispuestos a ir a la cárcel por defender el secesionismo. (Con la independencia, Cataluña sería una "república bananera", y Quim Torra lo demuestra así)
"Miles de catalanes irían a la cárcel" ha declarado tajantemente en la entrevista con 'El Periódico'.
Una afirmación que deja en evidencia, una vez más, a los líderes independentistas de Junts per Catalunya, muchos de los cuales se valen de tretas judiciales o de fugas inesperadas al extranjero para no pisar la prisión por sus delitos de carácter nacionalista.
Costa ha asegurado que, de no haber represalias estatales, esto sería entendido como "un incentivo para desobedecer más", y ha comparado el sentir independentista con la 'mili'.
"Si 15.000 personas se declararon insumisas a la mili, asumiendo riesgos de prisión, hay muchos miles de ciudadanos dispuestos a asumir el castigo del Estado para la independencia" ha remarcado Costa. (El líder de los Mossos indepes dispara su odio supremacista contra los "colonos" y catalanes impuros)
"Cuantos más dispuestos haya, menos irán"
Así mismo, Costa ha querido mandar un nuevo mensaje de desafío al Estado, destinado a sublevar a los independentistas radicales a pocas semanas del aniversario del 1-O.
Y es que el diputado de Junts per Catalunya ha asegurado a sus seguidores, a través de la entrevista, que es posible que los movimientos independentistas radicales queden impunes ante la Justicia, afirmando que, cuantos más sean los detenidos por la causa, menor será la condena individual. (La Agencia Catalana de Consumo le hace un flaco favor a la supremacista dirección de Frigo)
"Cuantos más dispuestos haya, menos irán a la cárcel" ha asegurado, explicando que "no será útil al Estado" enviar a prisión a aquellos que sean condenados por sedición.
Palabras que no debe compartir Carles Puigdemont, que mantiene sus miras en el ámbito político catalán, desde la comodidad de su cuartel general en Waterloo.