¿Qué ha sido de Antonio Tejero, el golpista del 23-F?

Así transcurre en 2019 la vida de Tejero, el hombre que asaltó el Congreso y tuvo secuestrados a los diputados durante un día en 1981

¿Qué ha sido de Antonio Tejero, el golpista del 23-F?
¿Qué ha sido de Antonio Tejero, el golpista del 23-F?

"¡Se sienten, coño!" ¡Pum, pum pum! La escena y la frase forman parte ya de los libros de historia. El teniente coronel de la Guardia Civil, Antonio Tejero, entró y tomó el Congreso de los Diputados el 23 de febrero de 1981 siguiendo el ejemplo del general Pavía en 1874. Aunque los objetivos eran diferentes. Pavía pretendía impedir el nombramiento de un nuevo presidente de la República después de la dimisión de Castelar tras una moción de censura. Tejero quería devolver el orden franquista a una España democrática que iba a la deriva. Tomó el Congreso a tiros secuestrando a los diputados, y según su propio testimonio cumpliendo órdenes del Rey Juan Carlos I.

El devenir de la historia ha querido que el asalto al poder por la fuerza que vivió España en los siglos XIX y XX, con Pavía y Tejero, haya tenido continuidad en el siglo XXI a través de una fórmula más sibilina y eficaz: el referéndum catalán de autodeterminación. Parece que el tema de la rebelión forma parte de nuestra personalidad, va con el ADN español.

Tejero afirma que cumplía órdenes del Rey Juan Carlos

Mientras en Madrid se está desarrollando el juicio contra los presos del procés catalán, a los que se les acusa de rebelión, sedición y malversación, Antonio Tejero, una vez cumplida su condena y pasados 38 años de su invasión violenta del Congreso, contempla con estupor los acontecimientos que rodean al proceso judicial de los políticos catalanes.

Él no ha cambiado, sigue pensando lo mismo que cuando el 23 de febrero de 1981 accedió al Congreso para poner orden. Conserva su ideología ultraderechista y sigue pensando que es necesario poner orden en España.  De su 23 F continúa afirmando que "tomamos el Congreso a las órdenes del Rey" (Juan Carlos I). Y así lo justifica: "para que se pusiera un gobierno militar, pero que al ver que se convertía la cosa en una traicionera borbonada para meter a marxistas en un Gobierno del que no se me dijo nada, no lo aceptamos. Por eso lo nuestro fue un contragolpe del que se benefició Leopoldo Calvo Sotelo, que nunca nos dio las gracias”.



La misma severidad que la Justicia le aplicó a él

Ahora Tejero exige que se juzgue a los golpistas catalanes con la misma severidad que aplicó la Justicia con él, porque entiende que lo que han hecho ahora los catalanes reviste mayor gravedad que lo que sucedió el 23 de febrero de 1981. Fundamentalmente porque a él le guiaba la unidad de España, mientras que los políticos que están siendo juzgados persiguieron precisamente lo contrario, romper a España saltándose la Constitución.

Con su golpe Tejero buscaba un cambio de Gobierno que garantizase la unidad de España, "dañada por la Constitución y los Estatutos de Autonomías que el presidente Suárez otorgó a Cataluña y Vascongadas". En cambio, "el golpe de Estado catalán busca la ruptura".

La impunidad de los sediciosos catalanes

Como buen militar, Tejero admite que cometió un delito y acepta el castigo que recibió por él, pero advierte que  "los sediciosos catalanes están incumpliendo leyes y más leyes desde hace tiempo con total impunidad. El Gobierno del Sr. Rajoy se mantuvo totalmente estático ante los hechos independentistas catalanes, y eso que eran mucho más graves que los nuestros. Piénsenlo bien antes de seguir por el camino que han tomado y Dios y España les premiará, y si no se lo demandará ¡Lo juro!", son explicaciones de Tejero de su propio puño y letra. 



A sus casi 87 años, Tejero recuerda cómo fue condenado a 30 años de reclusión por un delito de rebelión militar consumado, con agravante de reincidencia, con pena accesoria de pérdida de empleo (es decir, la expulsión de la Guardia Civil y la pérdida del grado) e inhabilitación durante el tiempo de la condena. Cumplió la condena en la prisión militar del castillo de Palma en Ferrol, en el castillo de San Fernando en Figueras y en Alcalá de Henares. A los diez años (1993) recibió el tercer grado y el 3 de diciembre de 1996 salió en libertad.

Tejero aprovechó el tiempo en la cárcel

Tejero, que tiene seis hijos, uno de ellos sacerdote, no perdió el tiempo en sus trece años entre rejas. Escribió sus memorias, aprendió a pintar, estudió idiomas y realizó varios cursos de la carrera de Geografía e Historia. Ahora, completamente desvinculado de la Guardia Civil,alterna su vida entre Madrid y un apartamento que tiene en Torre del Mar, aunque la Guardia Civil sigue presente en su vida a través de varios de sus hijos. 

Ya en libertad continuó con su afición a la pintura, paisajes y retratos. Y aprovechó el tirón que tiene su firma, que está muy cotizada. Antes vendía sus cuadros a 400.000 pesetas, ahora se mueve por los 3.000 euros. No le faltan clientes entre la extrema derecha española. Ahora vive de eso, de su pensión y de la de la de su mujer.

No tiene especial interés por aparecer en la escena pública y únicamente se ha dejado ver escribiendo una carta al diario Melilla Hoy para cuestionar el estatuto de Cataluña en 2006. La otra fue en 2012 para denunciar a Artur Mas por "provocación, conspiración y proposición para la sedición".  



A favor del referéndum sobre Cataluña

Referéndum sobre Cataluña, sí. Pero que consulten a todos los españoles. Esta es la propuesta del ex

Tejero tiene las ideas muy claras sobre el problema catalán y el trato de favor recibido por los gobiernos socialistas de Zapatero y Sánchez. Así lo expuso cuando estuvo a debate el tema del Estatut catalán: “¿Quiénes se han creído que son esa gente para jugar con la integridad de España?¿Quiénes son para repartir nuestro dinero a manos llenas a unos partidos catalanes que lo único que quieren es mandar a España a tomar viento; ¿Acaso nos creen más borregos de lo que somos?¿Es que no van a parar hasta que TIREMOS POR LA CALLE DE EN MEDIO? Están intentando romper la Corona de España de la que es depositario el Rey. No lo es ni en el preámbulo ni en las tripas de ningún documento ¿Por qué no pregunta a los españoles antes por refrendo si lo quieren así?”, en referencia al enunciado en el preámbulo de que Cataluña es una nación.

El tenso diálogo que mantuvo con Suárez explicado por Guerra

Alfonso Guerra desveló en su momento las palabras que se cruzaron el teniente coronel Tejero y el presidente del gobierno, Adolfo Suárez, cuando el primer entró en el Congreso para tomarlo y el segundo intentaba defenderlo. No tienen desperdicio: 

La discusión tuvo lugar en una salita del Palacio del Congreso adonde les condujo un ujier, que escuchó el enfrentamiento y tomó nota del mismo. Esta es la transcripción literal de la conversación:

-Suárez:  ¡Explique qué locura es esta!

-Tejero: ¡Por España, todo por España!

-Suárez: ¡Qué vergüenza para España! ¿Quién hay detrás de esto? ¿Con quién puedo hablar?

-Tejero: No hay nada de que hablar. Solo debe salir.

-Suárez: ¿Pero quién es el responsable?

-Tejero: Todos, estamos todos.

-Suárez: Como presidente le ordeno que deponga su actitud.

-Tejero: Usted ya no es el presidente de nadie.

-Suárez: Le ordeno...

-Tejero: Yo solo recibo órdenes de mi general.

-Suárez: ¿Qué general?

-Tejero: No tengo nada más que hablar.

-Suárez: Le insisto, soy el presidente.

-Tejero: No me provoque.

-Suárez: ¡Pare esto antes de que ocurra alguna tragedia, se lo ordeno!

Tejero: Usted se calla. Todo por España.

Suárez: Le ordeno...

Tejero: Cállese, siéntese y usted (al ujier que escuchó la conversación y se la facilitó a Guerra) fuera. 

La tradición familiar

Aunque el espíritu castrense se va perdiendo en la tercera generación de los nietos de Antonio Tejero Molina y Carmen Díaz Pereira, hija también de guardia civil. Tuvieron seis hijos, tres varones y tres mujeres, con la tradición militar presente en sus vidas.

Las dos hijas mayores están casadas con un General de División y un Coronel del Ejército de Tierra que ahora es comisario de Policía. El siguiente, es Antonio, es guardia civil como su padre y ha sido noticia de portada años atrás. En 2014 organizó una paellada en el cuartel del Grupo de Reserva y Seguridad (GRS) a modo de homenaje a su padre a la que asistieron, entre otros, el ex capitán Jesús Muñecas, participante activo del golpe de 1981 y condenado a cinco años de prisión. El ministro Jorge Fernández Díaz tuvo que intervenir para aplacar el revuelo público y la alarma social generada por el acto y apartó a Tejero Díez de su cargo de jefe del GRS por "pérdida de confianza", congelando su ascenso a coronel. Pero Tejero Díez recurrió ante la Audiencia Nacional y ganó por un defecto de forma, recuperando su rango y ascendiendo poco después a coronel.

Después de Antonio viene Elvira y luego Ramón y Juan, éste último sargento en Ávila. Aunque probablemente el más popular es Ramón, el cura de la familia, que llegó a presentarse como diputado en las listas por Valencia de Solidaridad Española, el partido político que puso en marcha su padre. Ramón, popularmente conocido como Moncho, es el párroco de la Iglesia de Santa Teresa en la Cala de Mijas. Estudió Filosofía y Teología en el Seminario Mayor de Toledo y en 1989 se ordenó sacerdote.

El cura de Totalán

Tenía 24 años y se organizó un considerable revuelo en torno a su ordenamiento, al que asistió su padre después de obtener un permiso de la cárcel de Figueras en donde se encontraba recluído. El acto propició una importante reunión ultraderechista en el Convento de la Visitación de Santa María de Madrid. Allí estaban entre otros Mariano Sánchez Covisa, o el capitán de navío Camilo Menéndez, también juzgado por el 23-F.



Ahora Moncho ejerce su actividad en la diócesis de Fuengirola, como párroco de la citada Iglesia de Mijas, a la que corresponde Totalán, tristemente de actualidad estos días por la muerte del pequeño Julen en el maldito pozo. Así consoló Moncho Tejero a los padres del niño fallecido: “Aunque el corazón nos encoja el alma, las campanas de gloria resuenan en Totalán, porque desde la fe sabemos a ciencia cierta que la absoluta inmensidad del cielo es la gran promesa de Jesús. La gran verdad de la fe es el gozo de la Eternidad, el saber y sentir que estamos de paso y que nuestra patria es el cielo”.

Un monologuista en la tercera generación

La tercera generación de los Tejero, la de los nietos, pierde fuerza ultraderechista y militar. De los 16 nietos, sólo tres han seguido la carrera militar. Antonio Tejero Sande, de 32 años, ingresó en la Academia General Militar de Zaragoza,como su padre y su abuelo, y en la Academia de Aranjuez. Manuel Tejero Sande, de 25 años, también es guardia civil. Francisco Javier Hernández Tejero está en la Unidad de Escoltas de la Guardia Civil en Madrid con una de las notas más bajas de su promoción en la Escuela de Oficiales y Suboficiales de Baeza (Jaén).



Javier, el hermano pequeño de Antonio Tejero Sande, se ha convertido en un monologista de cierto éxito. No alcanza el nivel ultraderechista de sus hermanos, pero siente pasión por su abuelo y no lo oculta en las redes sociales.

Aunque parece menos comprometido con las ideas de ultraderecha que sus hermanos, sí que comparte en su perfil de Facebook mensajes y enlaces de apoyo a la figura de su abuelo.

Es la saga de la estirpe Tejero, el hombre que quiso evitar la ruptura de España a su manera y fue condenado por golpista después de tener secuestrados a los disputados en el Congreso y al país entero en vilo a base de disparos.