El micelio es el aparato vegetativo de las plantas y se encarga de que se realice el ciclo de la vida en las mismas: crecer, reproducir y morir.
El hongo comienza su vida una vez que la espora se desprende y germina.
Por lo que los primerios micelios se generan cuando desde una extremidad de la espora se generan unos tubos blancos y largos que se denominan micelios primarios de un signo y que después se unirán a otros secundarios de signo contrario para crear otro hongo.
Así, gracias a la unión de estos dos primarios y después de los secundarios de mayor grosor se produce la aparición de nuevas setas.
Algunos micólogos incluso han llegado a comparar su estructura con el complejo sistema neuronal del cerebro humano o el de las redes de internet porque tienen un tejido invisible, sus ramificaciones pueden ocupar varios kilómetros y crecen 1 milímetro por hora.
Además, estos forman un papel muy importante dentro del mundo de la naturaleza, ya que muchos agricultores aprovechan su presencia para utilizarlos como filtros naturales y así eliminar cualquier elemento contaminante de la tierra.