Uno de los casos más sorprendentes es el del rapero Eminem. En 2003 fue nominado y premiado con el Oscar a la Mejor Canción Original por el sencillo ‘Lose yourself’ (‘8 mile’), pero el cantante no asistió a la ceremonia.
Posteriormente, Eminem confesó en una entrevista que consideraba que no tenía muchas posibilidades de ganar y que por eso no sintió la necesidad de asistir. También aseguró que estaba durmiendo cuando fue anunciado como ganador.
Ganaron 4 Oscars y jamás acudieron a recogerlos
Woody Allen ha sido nominado 24 veces al Oscar como actor, director, guionista y productor. Ha ganado 4 estatuillas, pero nunca ha asistido a la ceremonia para recogerlas.
“De verdad siento que no saben lo que hacen cuando veo que grandes artistas no ganan este premio, veo lo insignificante que es”, confesó Allen, que únicamente asistió a la ceremonia de los Oscar en 2002 para hacer un tributo a la ciudad de Nueva York tras el ataque a las Torres Gemelas.
Otra estrella que ganó 4 Premios Oscar y jamás acudió a la ceremonia fue Katharine Hepburn. La que fuera la primera actriz de Hollywood durante décadas siempre quiso pasar inadvertida y concedió poquísimas entrevistas.
Marlon Brando y los indios americanos
Marlon Brando ganó el Óscar en 1972 por su excepcional trabajo interpretativo como Don Vito Corleone en El Padrino, pero en vez de asistir a la ceremonia mandó a una india nativa a recibir el galardón.
“Con mucho pesar, vengo a decirles que Marlon Brando no puede aceptar este generoso premio y esto se debe al trato que le da la industria cinematográfica y la televisión a los indios americanos y también por lo ocurrido recientemente en Wounded Knee (una masacre de indios en Dakota del Sur)”, pronunció la activista.
La Taylor
Otra musa de la meca del cine, Elisabeth Taylor, ganó su segundo Óscar por su papel de Marta en Who’s Afraid of Virginia Woolf? (1966).
La actriz rechazó asistir a la gala porque su marido, Richard Burton, que también estaba nominado, la convenció de ello.
Polanski y sus problemas con la justicia
Roman Polanski siempre había asistido a la gala de los Oscar excepto en 2002, cuando la Academia premió El Pianista.
Polanski no pudo recoger su premio porque era prófugo de la justicia estadounidense tras haber sido acusado de violación (finalmente quedó en ‘relaciones ilícitas’) en 1977 por la menor de 13 años Samantha Geimer.
Michael Caine y Paul Newman
Michael Caine no asistió a la ceremonia de la Academia de Hollywood cuando fue premiado con el Oscar al Mejor Actor secundario por su papel en ‘Hannah y sus hermanas’ porque estaba trabajando.
Paul Newman fue nominado en diez ocasiones al Oscar, pero su primer premio fue un Oscar Honorífico en 1985 (un año antes del que ganó a Mejor Actor por ‘El color del dinero’).
Newman no quiso aceptar el Oscar Honorífico y dijo: “Es como perseguir a una hermosa mujer durante 80 años. Y finalmente cede, y uno dice: ‘Lo siento mucho, pero ahora estoy muy cansado’”.
En 1986, cuando le dieron el de Mejor Actor por su papel en la película de Martin Scorsese, tampoco asistió a la gala.