Una cencellada es un "depósito de hielo formado por la congelación de gotas de niebla sobre objetos duros, cuya superficie está a una temperatura inferior o ligeramente superior a 0 grados", según la definición de la Organización Meteorológica Mundial.
Para que se produzcan dichas nieblas se requieren noches frías, cielos despejados y viento en calma.
Estos factores hacen que la superficie expulse el calor (mínimo) que ha acumulado durante el día.
Las bajas temperaturas nocturnas y la humedad que provoca la niebla hacen que esas gotitas de nubosidad se conviertan en hielo, lo que provoca este fenómeno espectacularmente bello.
Inviernos muy fríos
La cencellada es un efecto frecuente durante los inviernos muy fríos.
Visualmente, la cencellada blanca es la formación de plumas y agujas de hielo sobre superficies sólidas como los árboles.
Durante el paso de Filomena por España, Albacete ha sido testigo de cencelladas de lo más espectaculares.
Una cencellada producida a 16,5 grados bajo cero que se ha hecho rápidamente viral.