La denominada ‘Piedra de Rosetta’ fue descubierta en 1799 por el capitán francés Pierre François Bouchard en la ciudad egipcia de Rosetta (Rashid en la actualidad).
Es una piedra granodiorita de color gris rosáceo, pero es mucho más que un simple objeto arqueológico.
Una piedra de gran relevancia
La enorme relevancia de la piedra de Rosetta se debe a que está inscrita en tres escrituras antiguas: jeroglíficos, escritura demótica y griego antiguo.
Gracias a que los tres textos contienen prácticamente la misma información, los historiadores pudieron descifrar el lenguaje de los jeroglíficos, que hasta el momento era ininteligible.
Clave para entender la cultura egipcia
Aunque después se hallaron otros textos egipcios bilingües y trilingües, la piedra de Rosetta sigue siendo clave en el entendimiento y comprensión de la cultura egipcia.
Desde 1802 la piedra de Rosetta está en el Museo Británico de Londres.