El distanciamiento social, también conocido como distanciamiento físico, distanciamiento personal o distancia sana, son un conjunto de medidas no farmacéuticas que se deben aplicar para controlar y disminuir las infecciones.
El objetivo del distanciamiento social es desacelerar la propagación de un virus contagioso.
Para hablar de distanciamiento social tenemos que mantener una distancia de un mínimo de 2 metros con las demás personas, tanto en espacios al aire libre como en espacios interiores.
Lógicamente, al mantenernos alejados de los demás, el virus, que se transmite a través de pequeñas gotitas en el aire cuando una persona respira, habla, tose o estornuda, tiene más dificultades a la hora de expandirse.
En tiempos de pandemia, ventilar los espacios interiores, el uso de mascarilla y la higiene de manos son otras de las medidas básicas para frenar los contagios.