La pandemia, y el teletrabajo, hacen de esta opción de vivienda una de las más solicitadas y con mayor posibilidades de crecimiento en el sector inmobiliario en España.
Hace años, se implantaban en España los primeros espacios de coworking: edificios que no eran propiedad de una empresa, sino que alquilaban 'despachos', a precios razonables, tanto para empresas como autónomos. Un lugar en el que, además del despacho privado, el usuario cuenta con instalaciones comunes, como salas de reuniones, cafetería, gimnasio... y todo ello, incluido en el precio.
Una solución cómoda que permite, además, que profesionales de distintos sectores se relacionen entre ellos, haciendo mucho más dinámica la colaboración entre distintos sectores.
Algo que también ha llegado a la vivienda con el coliving: grandes edificios que se convierten ahora en 'comunas', adaptadas a los nuevos tiempos, en los que los inquilinos disponen de un espacio privado (su habitación), y de zonas comunes, como gimnasios, cafetería, comedor, espacio coworking, etc.
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Todas las comodidades tecnológicas y fitness se encuentran incluidas en el precio de la habitación, y supone un nuevo sistema de vivienda que, no sólo supone un gran ahorro con respecto al alquiler, sino que ayuda a entablar relaciones sociales y un clima de bienestar constante.
Líder en crecimiento dentro del sector inmobiliario
Una solución habitacional que se ha implantado en España después de triunfar en Silicon Valley y que, según los expertos, ha "llegado para quedarse".
"El coliving crecerá exponencialmente en los próximos años, puesto que cubre las necesidades de alojamiento de un mayor segmento de la población que busca flexibilidad y vivir experiencias" ha asegurado David Uriarte, de Aticco Living, para Forbes, haciendo especial hincapié en los jóvenes trabajadores.
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Una novedad en el sector inmobiliario que, tal y como asegura la directora de operaciones en España de DoveVivo, Irene Trujillo, es "más resiliente a las fluctuaciones del mercado" que los sistemas de vivienda actuales, debido a la "flexibilidad que ofrece en cualquier contexto de incertidumbre".
"Al tratarse de un alquiler de medias y largas distancias, no está tan expuesto a los mercados internacionales y a la apertura de fronteras como puede ser el sector hostelero [...] por lo que resulta muy estable tanto en niveles de ocupación como en niveles de rentas" ha asegurado.