Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791) sufrió a lo largo de su vida la viruela, amigdalitis, bronquitis, neumonía, fiebre tifoidea, reumatismo y periodontitis.
Pero, además, el genial músico padeció un extraño síndrome.
Las cartas de Mozart
En 1980, el médico endocrinólogo, musicólogo e historiador Benjamin Simkin hizo un estudio detallado de las cartas que escribió Mozart en vida.
En las misivas del compositor, Simkin halló lenguaje escatológico (coprolalia) en 39 de las 371 cartas, un síntoma típico del síndrome de Gilles de la Tourette.
Síndrome de Gilles de la Tourette
Tres años más tarde, en el Congreso Mundial de Psiquiatría de Viena de 1983, Feug y Regeur mencionaron la posibilidad de que Mozart hubiera padecido el síndrome de Gilles de la Tourette por sus conductas escatológicas.
También llegaron a esta conclusión por los movimientos involuntarios estereotipados que son evidentes en sus cartas.
Evidencias suficientes
Por estos motivos, incluyeron este síndrome en la lista de las posibles enfermedades que padeció Mozart.
Además, el compositor también utilizaba un lenguaje escatológico en sus diálogos con la aristocracia vienesa.
Mozart hacía alusiones sorprendentes a los genitales, las nalgas y la defecación, por lo que Simkin afirma que existen evidencias suficientes de que el compositor padecía el síndrome de Gilles de la Tourette.
La hiperactividad de Mozart y los movimientos repetitivos de las manos, los pies y la cara también serían síntomas de dicho síndrome.
Lo más sorprendente del caso es que Mozart, a pesar de haber sufrido distintas dificultades de salud durante su corta vida, fuera capaz de componer tantas y tan admirables piezas musicales.