Además de su evidente cariño por el cine, el director Pedro Almodóvar siente una clara pasión por la fotografía. El manchego asegura hacer multitud de fotografías en su día a día, pues señala que «siempre he tenido mucha fe en la capacidad emocional de una fotografía.
"Cuando localizo una película hago muchos: de los paisajes, de las casas, de los pelos de las actrices. Me fío mucho del ojo de la cámara; curiosamente me fío mucho más de ella que de la cámara de vídeo. Es extraño, pero la cámara fotográfica nos da una mayor aproximación a la persona de la que nos da su imagen en movimiento".
De hecho, Almodóvar cuenta con una enorme colección de autorretratos fotográficos, pues tiene una manía bastante peculiar. «Hace mucho que me hago autorretratos, son sólo para mí, para ver el paso del tiempo, para hablarme a mí mismo de la soledad. Sí, aunque suene así de cursi. El caso es que en todos los hoteles a los que voy me hago una fotografía frente al espejo".
"Es un ritual de película de arte y ensayo, lo sé, pero me gusta hacerlo. Es curioso que en el cine huya del naturalismo y, en cambio, me interese tanto la fotografía». Como dice la mayoría de ellas se las guarda para su ámbito personal, aunque en ocasiones ha compartido algunas, como en el trabajo que la revista ‘C Photo’ publicó ‘Making movies’, donde se pudieron apreciar algunas de sus instantáneas más queridas.