En Micronesia, más concretamente en la isla de Yap, se consideraba que la eyaculación era perjudicial y debilitaba al hombre.
En Nueva Guinea, en algunas tribus los hombres rehuían el sexo porque pensaban que las mujeres les contaminaban.
Los ‘Shakers’
Más recientemente, los ‘Shakers’ (secta protestante) mantienen ciertas comunidades separadas por sexos y en los matrimonios únicamente se pueden tener hijos por adopción.
En la tribu de los Gusi (Kenia) las relaciones sexuales se practican de manera similar a las violaciones (los hombres fuerzan a las mujeres a tener el coito).