Los besos activan unos complejos procesos químicos que se producen en el organismo provocando diversos cambios.
Se libera la hormona de la oxitocina, directamente relacionada en procesos como la afectividad, el enamoramiento, el parto o el orgasmo.
Bienestar y felicidad
Al besar a alguien nuestro organismo también libera dopamina, un neurotransmisor que incrementa la sensación de bienestar.
O endorfinas, que están asociadas a la felicidad.
Deseo sexual, presión y pulso
Testosterona, relacionada con el deseo sexual.
Y también adrenalina y noradrenalina, que se encargan de aumentar la presión arterial y el pulso.
Así pues, no se hable más, a besarse todo el mundo.