El expresidente de la Generalitat de Cataluña Carles Puigdemont se ha quedado sin escoltas en Waterloo (Bélgica), la ciudad en la que reside desde que se marchó de España para huir de la justicia.
El Govern liderado por Pere Aragonès no enviará seguridad a Carles Puigdemont, que ha contado con escolta durante mucho tiempo. Ahora, si quiere protección, tendrá que pagársela él mismo, según El Catalán.
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Desde Junts daban por hecho que Pere Aragonès enviaría a varios agentes de los Mossos d'Esquadra para garantizar la seguridad del fugitivo Carles Puigdemont pero se han llevado un jarro de agua fría.
El nuevo conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, ha tomado la decisión de "no poner en riesgo a los funcionarios públicos", según ha confirmado la portavoz del ejecutivo, Patrícia Plaja.
A PUIGDEMONT LE CIERRAN EL GRIFO
Puigdemont ha estado disfrutando durante un tiempo de una seguridad que se costeaba con dinero público ya que eran agentes de los Mossos d'Esquadra los que le escoltaban.
Hace unos días, la Fiscalía pidió 6 años de prisión para el ex conseller de Interior, Miquel Buch, por haber facilitado escolta al prófugo Carles Puigdemont. Se le acusa de delitos de malversación y prevaricación.
Su sucesor en el cargo, Joan Ignasi Elena, no está dispuesto a enviarle seguridad a Puigdemont a pesar de que comparten el mismo objetivo: la independencia de Cataluña.