Puigdemont y Sánchez tienen un plan para que el golpista no acabe entre rejas en 2 años

El presidente socialista podría estar dispuesto a otorgar el indulto al fugado de Waterloo antes de las próximas elecciones generales.

26 de Septiembre de 2021
Puigdemont y Sánchez tienen un plan para que el golpista no acabe entre rejas en 2 años
Puigdemont y Sánchez tienen un plan para que el golpista no acabe entre rejas en 2 años

Desde su llegada a la Moncloa, y a pesar de sus promesas electorales, Pedro Sánchez se ha mostrado dispuesto a dialogar y a negociar con el nacionalismo catalán, asegurando que el diálogo es la única vía para solucionar el 'conflicto político' existente entre el Gobierno de España y el independentismo catalán. 

Una disposición del presidente socialista que ha sido aprovechada por Pere Aragonès a su llegada a la Generalitat de Cataluña, no sólo consiguiendo el indulto para los condenados del procés, entre los que se encontraba el líder republicano Oriol Junqueras, sino también la reactivación de la mesa de diálogo.

Un diálogo entre ERC y el Gobierno de Sánchez que ha dejado de lado a JxCat, que quedaba en los últimos comicios catalanes como la tercera fuerza política, y que demostraba que Carles Puigdemont, fugado en Waterloo, ha perdido gran parte de la fuerza ciudadana y mediática que le respaldaba en 2017.

Una pérdida de fuerza y representación del ex president que, sin embargo, ha conseguido remover al radicalismo nacionalista catalán tras la detención de Puigdemont en Italia, forzando a Pedro Sánchez a buscar una solución que contente al ex president, y que evite nuevas fracturas entre el independentismo y el Gobierno de España.

El indulto, más cerca que nunca

Ni Pere Aragonès ni Oriol Junqueras, y por ende, todo el partido de Esquerra Republicana, desea el regreso inmediato de Carles Puigdemont, que podría reforzar a su principal opositor independentista en las urnas, JxCat. Algo que provoca que, a pesar de la detención del independentista en Cerdeña, los republicanos hayan querido asegurar que la mesa de diálogo con el Gobierno de España  no corre gran peligro.

Sin embargo, la necesidad de contentar a su siempre volátil audiencia, y de evitar nuevas brechas en el bloque secesionista, ha llevado al president de la Generalitat a exigir, una vez más, la amnistía para el fugado de Waterloo.

Una amnistía que no estaría dentro de los planes del Gobierno de Pedro Sánchez, que sí podría estar planteando un indulto para Puigdemont, lo que tranquilizaría al independentismo catalán, y mantendría el pacto con ERC, necesario para el gobierno socialista de cara a mantener a Sánchez en la Moncloa, y de aprobar los próximos Presupuestos Generales del Estado.

Indulto que, de hacerse efectivo, forzaría a Puigdemont a regresar a España en un plazo máximo de dos años: el tiempo con el que aún cuenta Pedro Sánchez al frente del Ejecutivo ya que, si las encuestas cumplen y Pablo Casado se posiciona como el nuevo presidente del Gobierno, el pacto de perdón con el independentista sería  imposible, destinando a Puigdemont a permanecer de forma indefinida en su refugio belga.