La unión del independentismo catalán sufre una nueva fractura. Las palabras de ayer del portavoz de Esquerra en Madrid –Gabriel Rufián– no han sentado bien entre sus compañeros independentistas. A pesar de que la formación a la que pertenece no ha llamado a silencio a Rufián, sí lo ha pedido encarecidamente Carles Puigdemont, presidente del Consell per la República a través de un comunicado en Twitter usando la cuenta de dicho organismo privado.
Según el hombre de Esquerra en Madrid, Puigdemont habría tenido contacto con espías rusos durante el proceso de independencia catalana a través del jefe de oficina de Puigdemont –Josep Lluís Alay– cuando este presidía la Generalitat.
El momento elegido para realizar estas declaraciones desde el Congreso de los Diputados no parece haber sido casual: aunque ya en 2017 se sospechaba de contactos con la inteligencia rusa en el procès, estas nunca fueron confirmadas. Además, con la actual situación geopolítica –la invasión rusa de Ucrania–, esta revelación de Gabriel Rufián revuelve aún más unas aguas que ya estaban agitadas con anterioridad.
Las reacciones no se han hecho esperar, y desde la formación que una vez liderara Puigdemont se han cerrado filas en torno al político radicado en Waterloo.
Puigdemont pide una rectificación
La llamada a la rectificación por estas declaraciones emitida por el propio Puigdemont y por varios nombres de alto nivel de JuntsxCat –como Albert Batet, presidente del grupo parlamentario– no ha tenido una respuesta inmediata en Esquerra Republicana, que continúa sin pronunciarse acerca de estas declaraciones de su representante en la capital de España.
Calificadas como «declaraciones insultantes» por parte del presidente del Consell per la República, desde JuntsxCat animan a Rufián a comparecer en el Parlament para que aporte las pruebas necesarias que sostengan su acusación. También le recriminan que esté usando las «fake news de las cloacas del Estado para atacar a compañeros independentistas».
Esta misma mañana, Esquerra Republicana ha respondido a las demandas realizadas por JuntsxCat y Puigdemont. En un breve comunicado, han señalado que consideraban oportuno recordar la desvinculación de ERC con Vladimir Putin y su entorno; aunque sí remarcan que las expresiones de Rufián son propiedad suya aunque respondían a una directriz establecida en el partido.
Con todo, este nuevo desencuentro entre JuntsxCat y Esquerra Republicana se añade una amplia lista de desacuerdos y disconformidades que ambos partidos han manifestado desde que comenzara el procès y se vieran obligados a asumir el gobierno de la Generalitat con el objetivo de darle cierta estabilidad política a la comunidad autónoma. Sin embargo, las notables diferencias de acción respecto de una posible independencia es el punto central que acentúa una fractura entre ambas formaciones, que parece agrandarse con el paso del tiempo.