ERC ha sido declarado, por todas las encuestas, como el partido favorito para ganar las próximas elecciones autonómicas en Cataluña, que se celebrarán el 14 de febrero de 2021, siempre y cuando las condiciones de la pandemia lo permitan.
Una posición que empodera aún más al partido republicano, después de que su apoyo se convirtiera en imprescindible para el Gobierno de España en la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE).
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Algo que no ha gustado dentro de las filas de Carles Puigdemont, que han visto cómo JxCat ha quedado relegada a una segunda posición en los sondeos, aunque se encuentre muy cerca de alcanzar a los republicanos en intención de voto.
A la vista de esta situación, el expresident de la Generalitat, Carles Puigdemont, parece haber comenzado ya a trabajar en una línea independentista que haga caer a ERC, afianzando una alianza con la CUP que agite al bloque independentista.
JxCat y la CUP, unidos por la "estrategia de la DUI efectiva"
"Que la CUP no se aritméticamente necesaria no quiere decir que no sea políticamente relevante. Si conseguimos una buena sintonía a partir de ahora, la pinza será efectiva, como ya lo fue en ocasiones anteriores, cuando ERC quiera abandonar el camino unitario y coordinado".
Así reza el documento interno de JxCAT, al que ha tenido acceso El Confidencial, y que detalla el plan del fugado Puigdemont, que se apoya en los radicales de la CUP para influir en la hoja de ruta de ERC si se desvia del propósito independentista.
Y es que, ante el abandono de los republicanos del Consell per la República, el ex president apuesta por agitar el independentismo más radical para ganar apoyos para JxCat, convirtiendo a su formación, gracias a la CUP, en la única alternativa de un independentismo 'real'.
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"Para implementar de nuevo la estrategia de la DUI efectiva, es preciso un bloque mayoritario en el seno del independentismo, que conecte con la mayoría social dispuesta a su defensa. JxCat podría ser el embrión de este proyecto, desde un planteamiento transversal, con la CUP como componente necesario situado a la extrema izquierda".
Así, Puigdemont busca, además de debilitar a ERC, hacer cambiar la opinión de los dirigentes de la CUP, que ya mostraron su rechazo a una candidatura única con JxCAT de cara a las próximas elecciones.