Este lunes, el ex president de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha anunciado públicamente que abandona definitivamente el PDeCAT.
Y lo ha hecho, según ha afirmado él mismo, para trabajar, "ahora como presidente de JxCat, para mantener una relación cordial entre las dos formaciones". (¡Una vergüenza! Las inadmisibles consignas violentas para la Diada)
Así, ha respondido el fugado de Waterloo a los protocolos del PDeCAT,que impiden la doble militancia de sus miembros, poco después de que la institución haya decidido llevar por los tribunales la 'apropiación' de las siglas de JxCat por parte de Puigdemont.
Ante esta noticia, otros muchos integrantes del PDeCAT, y fieles seguidores del ex president, han seguido su ejemplo y han 'roto' su carnet del PDeCAT. En concreto, y según ha afirmado el portavoz de la organización, un 7% de militantes han abandonado 'el barco', entre los que se encuentran pesos pesados del independentismo.
Es el caso de la consellera de Presidencia, Meritxell Budó, el de Territorio, Damià Calvet, el de Políticas Digitales, Jordi Puigneró, e incluso Miquel Buch, conseller de Interior y uno de los hombres más fuertes de la Generalitat.
"Lo hacemos sin mirar atrás, sin rencores" han asegurado en un comunicado, publicado a través de sus redes sociales "Lo hacemos mirando hacia adelnate, convencidos de que JxCat es la herramienta idónea [...] para hacer política a favor de la libertad". (Torra elige sucesor para evitar que la Generalitat caiga en manos de ERC)
Así mismo, los ya ex miembros del PDeCAT han criticado que la formación no haya seguido el mandato de las bases, que optaban por una transición 'amistosa' hacia JxCat y hacia Carles Puigdemont.
El PDeCAT defiende sus decisiones
"La demanda civil es solo para impugnar acuerdos societarios" ha defendido el portavoz del PDeCAT, Marc Solsona, ante las críticas de los ex miembros de la institución "Cualquier otra interpretación es malintencionado. Es un tema administrativo y garantista. La necesitamos hacer por cuestiones jurídicas".
Una afirmación que llega después de decenas de bajas de la militancia a favor del nuevo partido de Carles Puigdemont, que se han calculado en un 7% de la militancia total, a pesar de que no se han querido dar cifras exactas desde el PDeCAT. (Gabriel Rufián se lanza a escribir un tuit en catalán y pasa esto. ¿Analfabeto?)
Solsona ha asegurado, a la vez, que mantendrán los puentes de diálogo con JxCat, a pesar de este nuevo encontronazo.
"Queremos buscar fórmulas de acuerdo con JxCat [...] El PDeCAT está donde estaba. No ha cambiado. Queremos un proyecto abierto, transparente, que pueda aglutinar desde el respecto mutuo".