Puigdemont ha viajado a Londres. Ofrecía una conferencia en el Frontline Club de Londres el jueves pasado. Por lo visto no es suficiente pagarle un sueldo, la mansión de Waterloo, etc., sino que también hay que pagar sus viajecitos para decir tonterías en una conferencia.
Una de las asistentes le ha preguntado algo que es un motivo de preocupación entre todos los catalanes: las reuniones familiares por Navidad y que las familias están fracturadas por culpa del procés. Concretamente la pregunta ha sido: "¿Piensa que es verdad que algunas familias catalanas no celebrarán la Navidad juntas?"
Puigdemont se mofa de la fractura de las familias catalanas
El fugado Puigdemont le ha contestado: “¿Me está hablando usted de la Familia Real española? Me parece que ellos sí tienen problemas”. A Fuigdemont le ha parecido gracioso y entre los asistentes, sus palmeros le han reído el chiste. (Puigdemont insulta a los ciudadanos que retiran lazos amarillos: "Son comandos terroristas”).
Los independentistas se han olvidado de que solo les han votado un 47% de los catalanes y, SI que hay fractura entre las familias, los grupos de amigos, entre compañeros de trabajo, etc. A los indepes no se les puede llevar la contraria, reaccionan muy mal a las críticas y rápidamente tratan a los demás de fascistas.
La prensa catalana subvencionada por la Generalitat y, cómo no TV3, han aplaudido esta respuesta y, según ellos, Fuigdemont ha estado sarcástico, ocurrente y en realidad la que ha sido ocurrente es la señora que le ha preguntado sobre una realidad que está perjudicando a todos los catalanes. (Los recortes no afectan a la señora de Puigdemont).
Puigdemont no conoce los verdaderos problemas de los catalanes
Es lamentable que estas alturas de la película se permitan estos comentarios, claro que como Fuigdemont vive fuera de la realidad creando “Repúblicas” virtuales y otras tonterías, no le interesa saber lo que ocurre realmente. Los problemas de la sanidad, la enseñanza y el malestar que hay entre los funcionarios por no cobrar lo que les deben, no le importan. Sinvergonzonería total. (¡El gran negocio de Puigdemont! Se admite a Pedro Picapiedra o a un recién nacido si pagan 10 euros).