El independentismo atraviesa uno de sus momentos más complicados ya que, tras los indultos ofrecidos por el Gobierno de España, y ante las consecuencias sociales y económicas provocadas por el coronavirus, muchos son los que han decidido abandonar la lucha independentista por otras realidades más apremiantes.
Algo que ha hecho caer, no sólo la popularidad de los líderes independentistas y su fuerza en su desafío contra el Estado, sino también las posibilidades de las organizaciones independentistas, como el Consell per la República, para conseguir financiación.
Consciente de esta situación, Carles Puigdemont ha decidido lanzar un comunicado desde el Consejo de la República, que él mismo preside, instando a los independentistas a radicalizarse, aún más intensamente, contra el Estado español.
"La confrontación con el Estado no se puede rehuir, es una realidad inevitable por la que tenemos que pasar si queremos que Cataluña sea reconocida como una nación soberana e independiente" ha asegurado el expresident.
Así pues, el fugado de Waterloo ha asegurado que "no hay atajos edulcorados" en la lucha por la independencia; menos aún cuando, a pesar de los indultos concedidos, España es "la de siempre: negación y castigo; amenaza y castigo".
Sin tiempo para negociaciones
"No podemos hacer creer a la ciudadanía catalana que, por alguna razón que desconocemos, vendrá un momento en que nos será reconocida la nación sin tener que luchar desde las calles, plazas e instituciones del país" ha añadido el independentista.
Unas palabras que no sólo buscan la movilización ciudadana de cara a la financiación del Consell, al que considera "indispensable" para los objetivos secesionistas, sino también de cara a la celebración de la Diada independentista, que ya está siendo "preparada" por grupos radicales como los CDR.
"La independencia es una conquista que se debe mantener y defender durante mucho tiempo [...] mediante todos los medios posibles [...] sobre un Estado violento y condicionado por la herencia franquista" ha defendido Puigdemont.
Un "Estado" contra el que el independentismo debe enfrentarse unido, olvidando la posibilidad de negociación y discusión en favor de la lucha violenta y radicalizada: "no podemos dedicar más tiempo del que ya se ha dedicado discutiendo banalidades partidistas" ha sentenciado.