A pesar de haber quedado en libertad tras su detención en Sassari, Carles Puigdemont está lejos de abandonar sus intentos por conseguir el apoyo italiano a su cuestión independentista catalana desde Waterloo.
Así pues, este fin de semana, era conocido que el fugado independentista se había reunido, en una fecha que se desconoce, pero recientemente, con uno de los máximos líderes de la ultraderecha italiana en un encuentro privado para cenar.
En concreto, el ex president de la Generalitat se habría reunido, tal y como han confirmado fuentes cercanas a Puigdemont, con Roberto Ciambetti, miembro de la sección veneciana de la Liga Norte, partido italiano de extremaderecha muy cercano a la ultra derecha europea liderada por Marine Le Pen.
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Un encuentro que sorprendia dentro de la esfera pública catalana e internacional, debido principalmente a la supuesta disparidad de discursos que defienden ambos, y que podría demostrar la verdadera intención con la que Carles Puigdemont trabaja en la 'internacionalización' del procés secesionista catalán.
Sin embargo, y a pesar de los datos que se han publicado actualmente sobre la reunión entre ambos líderes, el fugado de Waterloo intenta renegar a toda costa de este encuentro, intentando desviar la atención mediática de sus acercamientos a la Liga Norte italiana.
Carga contra la formación de Santiago Abascal
Así pues, en un intento en vano de intentar separar su persona de la ultraderecha, Carles Puigdemont ha utilizado las redes sociales para criticar nuevamente a la formación de Santiago Abascal, intentando vincular a Vox con los movimientos de ultraderecha europeos, a pesar de que no tienen vínculo alguno, al menos, confirmado.
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"La extrema derecha persigue a Puigdemont en Italia" asegura Pere Martí Colom, director de comunicación de JxCat, en Twitter, siendo retwitteado por el propio expresident poco tiempo después.
Un intento de desviar la atención mediática del fugado de Waterloo, intentando posicionar la polémica sobre Vox y Santiago Abascal, a los que acusan de intentar manipular a la opinión pública contra Puigdemont, intentando "ensuciar su reputación en Cataluña".