"No fuimos al exilio para reclamar un indulto, no es la solución al conflicto" aseguraba Carles Puigdemont hace apenas unas semanas, tras filtrarse que ERC y el Gobierno de Pedro Sánchez podrían estar planenando otorgar, de forma anticipada, la medida de gracia al fugado de Waterloo, como nuevo acercamiento entre ambas posturas dentro de la mesa de diálogo.
Una posición del ex president de la Generalitat que demostraba su intención de mantener el desafío independentista desde Bruselas incluso después de haber sido detenido en Cerdeña debido a la euroorden dictada por el Tribunal Supremo, y tras la negativa del Parlamento europeo a devolverle su inmunidad de parlamentario.
Sin embargo, a pocos les ha pasado desapercibida la pérdida de músculo político de Puigdemont en los últimos meses quien, a pesar de seguir insistiendo en su discurso contra España, cada vez cuenta con menos apoyos, tanto en Cataluña como a nivel internacional.
Una situación de la que él mismo parece ser consciente, habiendo cambiado este domingo, y de forma pública, su estrategia a seguir para seguir siendo 'libre' para defender la independencia catalana frente a la 'opresión' española.
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Así pues, ahora el independentista fugado parece estar más que dispuesto a aceptar el indulto de Pedro Sánchez, para regresar a Cataluña como un "hombre libre"... y volver a declarar la Declaración Unilateral de Independencia (DUI).
"Mi objetivo es volver a Cataluña como un hombre libre, y levantar la suspensión de la DUI para hacerla efectiva" ha asegurado Puigdemont en un acto del municipio belga de De Pinte, tal y como ha compartido el director de la Oficina del Presidente, Josep Lluís Alay, en sus redes sociales.
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"El mandato del 1-O sigue vigente, el Parlament no lo ha anulado" sigue defendiendo el fugado de Waterloo, siendo apoyado en todo momento desde su formación, Junts, que mantiene una posición enfrentada, al menos públicamente, contra ERC y el Gobierno de España, defendiendo la vía unilateral frente al diálogo.
Declaraciones del independentista que demuestran su intención, de "volver a hacerlo", tal y como afirmaron otros líderes del procés tras salir de prisión, a pesar de la clara pérdida de apoyo que ha sufrido el movimiento nacionalista catalán en los últimos meses, debido principalmente al hastío de la ciudadanía catalana, demostrando así que los lideres secesionistas únicamente gobiernan según sus propios intereses, y para sus propios fines.
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Unos fines contrarios a la Democracia española y a la estructura de Estado oficial, denunciando Puigdemont, sin embargo, que es España quien carga contra el pueblo catalán, recuperando la premisa del 'victimismo' tan utilizada por los nacionalistas, y asegurando que él mismo es el principal 'enemigo a abatir' del Gobierno nacional.
"Soy un objetivo que tiene que ser derrocado por la maquinaria mediática española" ha asegurado, incluyendo en esta mediática a los cuerpos policiales, la Justicia, e incluso, a los órganos internacionales: "Esto trasciende mi caso personal porque erosiona España y la Unión Europea" ha añadido.