Un Guardia Civil ha afirmado en su declaración como testigo en el juicio al procés que “se encontró un correo electrónico en un pen drive” del exsecretario de Hacienda de Puigdemont, Josep Lluís Salvadó “sin remitente” en el que “pedía financiamiento de 11.000 millones de euros a China”.
Cuando esta información vio la luz el pasado 27 de octubre, Puigdemont se lo tomó a coña y tuiteó: “¿Pero no habíamos quedado que eran de los rusos?”.
El abogado de Puigdemont, Gonzalo Boye, también bromeó sobre el asunto: “Como los chinos lo pagaron todo, ¿de dónde se sacan esto de la malversación?”.
El agente de la Guardia Civil que analizó los correos de Salvadó también ha destapado que se contabilizaron “6.000 millones de ingresos de los ayuntamientos y 1.500 de impuestos propios” además de los “4.500 millones del sector público catalán”.
Puigdemont “pedía financiamiento de 11.000 millones de euros a China”
“Todo este dinero es que ellos necesitaban para aguantar desde la declaración de independencia hasta que tuvieran una estructura administrativa propia que les permitiese captar impuestos”.
El agente del Instituto Armado ha subrayado que había “muchísima” documentación sobre estructuras de Estado.
“El registro del señor Salvadó fue espectacular en documentación. Aduanas, agencia tributaria, fundamental, porque había una preocupación muy grande por lo que respecta al financiamiento”, ha destacado.
También ha dicho que encontraron “un listado” de futuras estructuras de Estado: “De todas la que había me fijé en el código tributario catalán y en la Agencia Tributaria Catalana, que era mi ámbito de actuación”.
“Vi un inventario de activos y pasivos a repartir” con el Estado español en caso de independencia. (¡Tensión en la Generalitat! Los Mossos tienen orden de retirar los símbolos)
El vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonés, había hecho viajes al extranjero para encontrar “financiamiento internacional” cuando era secretario de Economía.
“El señor Aragonés viajó con más gente a Eslovenia” y en la documentación “había una hoja de ruta que ponía ‘Independencia de Eslovenia’”. “Era una comparativa, pero no exacta”.