Puigdemont demuestra que el procés fue una tomadura de pelo por "155 monedas de plata"

Tanto JxCat hace dos años como ERC ahora querían lo mismo y no era la independencia de Cataluña

Puigdemont demuestra que el procés fue una tomadura de pelo por "155 monedas de plata"
Puigdemont demuestra que el procés fue una tomadura de pelo por "155 monedas de plata"

El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont está muy molesto por haber quedado al margen de la negociación entre el PSOE y ERC y por eso propuso este viernes una mesa de partidos independentistas para decidir el contenido y los acuerdos de la mesa de negociación con el Gobierno: "Es por donde teníamos que haber empezado".

En varios apuntes en Twitter recogidos por Europa Press, Puigdemont consideró un "error" no fijar de forma compartida las condiciones de la mesa de negociación pactada con el PSOE. Ha pedido respeto para quienes tienen reservas, como él, sobre el acuerdo alcanzado entre ERC y el PSOE para investir a Pedro Sánchez como nuevo presidente del Gobierno. Una manera de dejar claro que ERC no habla en nombre del independentismo. Del mismo modo que el independentismo no habla en nombre de todos los catalanes. Pero de eso no se da cuenta el 'eurofugado' de Waterloo.

Puigdemont, 'picado' con Gabriel Rufián y ERC

"No somos menos maduros ni menos dialogantes por el hecho de que pensamos que los acuerdos con nuestros represores tienen que poder ser planificados y trabajados conjuntamente", sostuvo. Puigdemont advirtió además de que ya sabe lo que es que le acusen de traidor o de venderse por 155 monedas de plata --en alusión a un apunte en Twitter del diputado de ERC en el Congreso Gabriel Rufián en octubre de 2017--, "solo por plantear unas elecciones a cambio de parar el 155. No éramos inmaduros entonces ni lo somos ahora", señaló. 

El expresidente de Cataluña recordó que hasta el momento las etapas decisivas del 'procés' habían estado compartidas y decididas con un consenso amplio, y lamentó que haya dejado de ser así por el momento, lo que supone "para los teóricos de la desunión una nueva oportunidad de demostrar que cuando más divididos mejor", en sus palabras. Por ello, apuesta por un espacio compartido donde todos los actores, también los críticos, pongan orden y tomen las decisiones estratégicas que lleven al independentismo a culminar lo que decidió emprender en octubre de 2017.

Puigdemont defendió que JxCat no ha interferido en las negociaciones entre ERC y PSOE y ha insistido en que merecen "más respeto y lealtad" si se buscaba que participaran de los acuerdos. Una pataleta en toda regla que refleja algo muy claro: han tomado el pelo a los ciudadanos independentistas.

El procés fue una tomadura de pelo

El procés fue una auténtica tomadura de pelo y así lo demostraron Puigdemont y su partido, JxCat, en 2017 del mismo modo que ahora lo está demostrando ERC. 155 monedas de plata, o lo que es lo mismo, llenarse los bolsillos con dinero del Estado, era lo que ambos partidos querían y lo que sus líderes políticos pretendían. Enriquecerse a costa de España y tomar el pelo a los catalanes que de verdad creían en la independencia para conseguir sus objetivos. ¡Pobres ilusos!