JxCat, el partido del fugado europarlamentario ahora sin inmunidad Carles Puigdemont, hace valer sus derechos a la presidencia del Parlament catalán utilizando el cargo como pinza para obtener un premio más productivo: TV3.
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Puigdemont, que hoy ha anunciado que seguirá como europarlamentario y que renunciará a su escaño en el Parlament catalán en beneficio del hasta ahora vicepresidente primero de la Cámara, Josep Costa, ha insistido hoy en que "lo lógico" sería que Junts ocupara la Presidencia del Parlament en la persona de Laura Borràs.
JxCat reclama un rango en el escalafón institucional catalán que sabe que tiene perdido porque ERC ya lo ha pactado con la CUP. "Sería fantástico que el Parlament lo presidiera una mujer y fuera de Junts", ha dicho esta mañana Puigdemont en Catalunya Ràdio bendiciendo la candidatura de Borràs.
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Pero la realidad es que Borràs está llamada a liderar el partido, algo que no podría hacer asumiendo la presidencia del Parlament. Por otra parte, es la primera vez que la CUP ofrece su colaboración en las tareas de gobierno ofreciéndose para ocupar la presidencia del Parlament. Y JxCat da por supuesto que, como segunda fuerza independentista más votada, le corresponde el segundo cargo más relevante a nivel institucional.
Seguir adoctrinando desde TV3
Pero el interés de JxCat por la presidencia del Parlament podría no ser más que venta de humo para distraer acerca su principal objetivo, que no es otro que conservar el control que y han ejercido en la última legislatura sobre TV3, "la seva". Es decir, que se masca la renuncia de JxCat a la presidencia del Parlament a cambio de conservar el control de los medios de comunicación públicos.
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Se espera que antes del viernes queden cerrados los acuerdos entre los partidos para la investidura de Pere Aragonès y en esos pactos estará incluida la renuncia de JxCat al Parlament, recibiendo a cambio, y como premio, TV3 y el resto de medios de la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals para seguir adoctrinando de acuerdo a sus criterios.
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