El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont ha sorprendido a todos con unas declaraciones en las que se desmarca de la violencia y de los CDR.
El miedo a ser extraditado le ha llevado a posicionarse en contra de cualquier tipo de violencia y ha dejado solo al presidente catalán Quim Torra en el segundo aniversario del 1-O. (Los CDR detenidos son cachorros de Puigdemont)
"Nadie ha venido, nadie, ni por persona interpuesta, ni por 'pendrive', ni por ningún sistema… Nadie. Nadie se ha puesto en contacto conmigo para eso. Y si alguien hubiese ofrecido eso, se hubiera atajado desde el primer momento", ha dicho a Catalunya Radio sobre los CDR y sus intenciones de llevar a cabo acciones violentas.
Además, ha rechazado la violencia para conseguir la independencia. "Después de todo lo que hemos hecho, es una fantasía pensar que hay un atajo que no pase por el civismo".
"El mensaje es claro: solo hay una vía, lo hemos dicho, lo hemos escrito y lo hemos practicado: civismo, resistencia no violenta y democrática. Involucrar el independentismo en actividades que no son cívicas está destinado al fracaso", ha señalado Puigdemont.
La investigación de la Guardia Civil vincula a los siete miembros de los CDR con el expresidente Carles Puigdemont, que no ha dudado en tomar distancia para evitar más problemas con la justicia. (¿¡Puigdemont detenido!? La imagen más esperada puede estar a punto de producirse)
Un discurso distinto
Hace una semana, el Consell per la República que preside el propio Puigdemont emitió un comunicado en el que no dudaba de la inocencia de los siete radicales catalanes arrestados.
"Rechazamos enérgicamente este montaje judicial y policial contra personas inocentes, y expresamos la máxima solidaridad con las personas detenidas y sus familias y amigos", se podía leer en el comunicado.