Público estalla contra las "señas falsas y faroles" de Sánchez e Iglesias

El diario del separatista Jaume Roures no quiere una repetición electoral

Público estalla contra las "señas falsas y faroles" de Sánchez e Iglesias
Público estalla contra las "señas falsas y faroles" de Sánchez e Iglesias

Juan Carlos Escudier, articulista estrella de Público, no quiere ni oír hablar sobre una repetición electoral: "Como lo que estamos viviendo, más que una negociación honesta de dos fuerzas de izquierda para satisfacer las preferencias de los electores, es una partida de mus llena de señas falsas y faroles, es difícil certificar el óbito del pacto, por lo que habrá que esperar un tiempo sin darle sepultura hasta confirmar que sus constantes vitales no alteran en algún momento la monotonía del encefalograma plano". 

La pretensión de Iglesias

El escritor de cabecera de Roures dice que "el relato que Sánchez quiere trasladar sin mencionarlo expresamente es que el único obstáculo para el Gobierno de coalición -que lo de la cooperación ya quedó superado-, es la pretensión de Iglesias de tener mando en plaza desde una vicepresidencia. O lo que es lo mismo, que su ambición por saltar más allá de su propia sombra es la que puede conducir al país a unas nuevas elecciones porque el llamado a ser investido no contempla – o eso dice- intentarlo de nuevo en septiembre si ahora le cortan el paso". 

"Como esta versión del acabose era bastante previsible y tiene muchas posibilidades de aceptarse como verdad revelada, no se acierta bien a entender la estrategia de Iglesias en el juego. Asegurada la presencia en el Ejecutivo de dirigentes de Podemos, su líder se habría apuntado el tanto de haber forzado una coalición de la que el PSOE renegaba, y que le había llevado a proponer primero un gobierno en solitario con el apoyo parlamentario de los morados y después esa extraña cooperación que sólo daba acceso a miembros de este partido en escalones inferiores de la estructura gubernamental", asegura. 

Escudier dice que "lo que podría haberse presentado como un éxito de los de Podemos y como la prueba de que a su líder no le mueve la ambición sino el interés en formar un Gobierno de izquierdas que lleve adelante políticas progresistas está ahora en entredicho. Retomar de nuevo la negociación, si es que aún es posible, sólo podrá hacerse a costa de reconocer la derrota en una batalla que hubiera tenido que ser virtual y que nunca debió haberse librado a campo abierto".