No se trata de la película ‘Alguien voló sobre el nido del cuco’ protagonizada por Jack Nicholson, sino de un experimento con presos violentos que han llevado a cabo en dos centros penitenciarios españoles.
El Gobierno anterior autorizó los ensayos de descargas eléctricas con presos violentos, pero el actual Ejecutivo los ha paralizado.
El objetivo era averiguar si con la estimulación cerebral mediante corrientes eléctricas podía calmar las conductas más agresivas de los presos violentos.
Concretamente, el Centro Penitenciario de Huelva y el Centro Penitenciario de Córdoba fueron en los que se realizaron estas pruebas con corrientes eléctricas liberadas a 41 presos considerados violentos.
Se realizaron pruebas con corrientes eléctricas liberadas a 41 presos considerados violentos
Las pruebas consistieron en colocarles a los presos que participaron voluntariamente unos electrodos en la cabeza para llevar una corriente eléctrica suave con el objetivo de estimular los dos hemisferios cerebrales a la vez.
Se trata de un tratamiento basado en sesiones de estimulación cerebral de 15 segundos de duración que se realizó a presos con delitos de sangre y a otros reos.
El tratamiento se prolongó durante tres días y, pasado este tiempo, se observó que los estímulos habían bajado la agresividad en parámetros como violencia verbal, violencia física, hostilidad y rabia.
Según fuentes de Instituciones Penitenciarias, dicho experimento se realizó en 2016 en el centro penitenciario de Huelva y en 2017 en el de Córdoba.
Esta terapia agresiva fue autorizada por el Gobierno del PP, pero ahora ha sido suspendido y no seguirá proporcionándose hasta que se conozcan al detalle las conclusiones de un informe de salud que se está elaborando.