Carlos II de Austria (1661-1700) tuvo innumerables problemas de salud.
El monarca español fue el último hijo del rey Felipe IV y su único varón.
Una persona enfermiza
Carlos II fue una persona enfermiza que padeció numerosos catarros, problemas intestinales, hinchazón crónica de las extremidades, epilepsia…
También tenía hidrocefalia (cabeza excesivamente grande), raquitismo, oligofrenia y esterilidad.
Retardo motor
Las crónicas de la época recogen que no se puso en pie hasta los 4 años.
No aprendió a andar hasta los 6 años y no habló hasta los 10.
El 'Hechizado'
Por todos estos motivos, fue apodado como el ‘Hechizado’.
Su aspecto enfermizo y sus incapacidades hicieron creer al pueblo que había sido embrujado.
La aportación de Carlos II el ‘Hechizado’ a España fue prácticamente nula.
La autopsia
Murió a los 38 años tras una larga agonía.
La autopsia reveló que "el cadáver no tenía ni una gota de sangre, el corazón era del tamaño de un grano de pimienta, los pulmones estaban corroídos, los intestinos, putrefactos y gangrenados, tenía solo un testículo negro como el carbón y la cabeza llena de agua”.