El origen de la expresión ‘se armó la de San Quintín’ se remonta a 1557, en el marco de las constantes guerras entre España y Francia por la soberanía de diversos territorios europeos, concretamente en Italia.
Tras la invasión francesa del reino de Nápoles (bajo soberanía española), Felipe II ordenó a sus tropas invadir Francia partiendo de los territorios que tenía en Flandes (actual Bélgica).
La batalla de San Quintín
El ejército español avanzó hasta la ciudad de Saint-Quentin (San Quintín), en la región de Picardía (Francia).
Los franceses contraatacaron de forma tan desordenada que la victoria española fue tan fácil como brutal: los franceses sufrieron 25.000 bajas entre muertos, heridos y capturados, por sólo 900 bajas en las filas españolas.
Esta importante victoria tuvo lugar el 10 de agosto (día de San Lorenzo) de 1557 en San Quintín, Felipe II ordenó la construcción del monasterio de San Lorenzo de El Escorial.